Denuncia

Hablan las víctimas de la falsa médico de Gran Canaria: "El dolor de labios es una sensación horrible"

Una mujer ha sido denunciada por actuar como falsa médico ante 37 víctimas a las que inyectó silicona líquida haciéndoles creer que era ácido hialurónico.

Falsa cirujana.

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Un total de 37 mujeres han denunciado el engaño de una mujer que, haciéndose pasar por médico, les inyectó silicona líquida en distintas partes de la cara. Las víctimas aseguran que han sufrido lesiones graves en su rostro por las malas prácticas de esta falsa médica. La acusada les decía a las clientas que les estaba inyectando ácido hialurónico, cuando en realidad les inyectaba silicona líquida.

La acusada se presentaba a sus clientas como médico jubilada y las atendía en su mismo domicilio de Gran Canaria. La silicona líquida que les inyectaba no está autorizada para rellenos dérmicos ya que no se reabsorbe y puede traer complicaciones para la salud.

"Desde que me pinché tengo picos de dolor cada cierto tiempo"

Espejo Público habla con Marta y Judith, dos afectadas por la mala praxis de esta falsa médica. Marta cuenta que casi 8 años después de la intervención sigue sufriendo las consecuencias. Tras inyectarse silicona líquida, aunque ella pensaba que era ácido hialurónico, la mujer tiene heridas en los labios y ha desarrollado hipersensibilidad al frío y al calor. Tiene picos de dolor cada cierto tiempo. "Es una sensación horrible", señala.

La falsa médica les dijo que era una doctora jubilada y les enseñaba el producto que les iba a poner antes de inyectárselo. Les extrañaba que esta autodenominada doctora hiciera los servicios en una casa particular pero señala que les trataba con una "amabilidad y cercanía" que no hacía pensar que fuera una estafa.

Judith también fue víctima de las malas prácticas de esta impostora. Ella incluso llevaba a otras clientas y se llevaba una comisión por llevarle chicas. Conoce otras víctimas que se han pinchado en otras partes de la cara. La falsa médica le recomendaba pincharse en el culo, un consejo que hoy se alegra de no haber seguido.

La acusada se enfrenta a una pena de 30 años y 10 meses de cárcel. Al inspector de Policía Serafín Giraldo la acusación de imprudencia grave le parece demasiado laxa porque lo ve más "como un delito doloso". "Son 37 personas a las que se les ha quebrado una vida", señala.

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