La Iglesia también es víctima de los pagarés de Nueva Rumasa

Los feligreses de la parroquia de Santiago Apóstol de Valdemoro en Madrid, se van a quedar sin iglesia, a pesar de haber ahorrado euro a euro, durante 10 años, los 252.000 euros para su construcción. El párroco, el padre Angel Corella invirtió en Nueva Rumasa todo ese dinero. Cuando en septiembre de 2011 se supo que el dinero de los pagarés era papel mojado, el obispado decidió discretamente desterrarlo a otra parroquia. Ahora, los feligreses intentan encontrar un abogado que no les cobre pero al que prometen un porcentaje de lo que consigan, según informa la revista Interviu.

Las congregaciones religiosas afectadas son numerosas. Por ejemplo, las hermanas del Angel de la Guarda de Madrid invirtieron 150.000 euros en dos pagarés, las Misioneras de la Unidad han perdido 107.000 euros, las Damas de la Asunción invirtieron 65.000 euros, pero la estafa también llegó a Barcelona en concreto a la Iglesia de Sant Hipolit. El párroco invirtió en Nueva Rumasa los 200.000 euros recaudados por sus feligreses para arreglar el tejado de la parroquia.

Todo esto resulta paradójico si tenemos en cuenta que, en el año 2009 José María Ruiz Mateos recibió del cardenal Tarsicio Bertone la Orden de San Gregorio Magno, máxima distinción que otorga la Iglesia a un laico por su contribución al catolicismo. El propio Papa alabó en un decreto las acciones de Ruiz Mateos a favor de la Iglesia Católica.