Consumo

La inflación del precio de los alimentos nos empuja a la dieta basura

No hay más que comparar precios: los de los alimentos frescos suben mucho más que los de los ultraprocesados. La inflación lleva a muchas familias al mal comer.

Imposible no haberlo notado cuando hacemos la compra: compramos lo mismo y pagamos más. Prácticamente todos los alimentos han subido, de media son un 14,4% más caros que hace un año. Pero lo cierto es que no todo suben igual. Los alimentos considerados saludables suben por encima de la media, mientras que aquellos de los que no debemos abusar -incluso la comida basura- registran aumentos mucho más moderados.

¿Esto hace que saquemos algunos productos de nuestra cesta y metamos otros? ¿Nos está empujando la inflación a seguir una dieta basura? Las familias con menos recursos puede que no tengan más remedio que renunciar a comer sano. La brecha entre alimentos frescos y ultraprocesados se ensancha. Lo notamos desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos.

Del desayuno a la comida, la brecha se nota

A la hora de desayunar. Si toma usted pan (+14,9%) con aceite de oliva (+16%), le sube el doble el precio, que si opta por la bollería (+7,1%). Llegamos a la hora de comer, si optamos por el pollo o las legumbres nos encontraremos con que han subido muchísimo, alrededor de un 18%. ¿Optamos por un plato preparado? Esto sube mucho menos, un 10,6%. Los padres que quieran que sus hijos merienden un vaso de leche (+25,3%) o un yogur (+19,1%), tendrán que afrontar una subida de precios muy superior a aquellos que tomen refrescos (+6,2%) o helados (+9,8%). Y llega la hora de la cena. Unos huevos (+23,6%) o un poco de queso (+16,1%), quizá se les va algo de presupuesto. Mucho más barato tomar unos cereales (+8,2%) y algo de chocolate (5,2%). Es significativo que el chocolate es lo que menos sube de precio, según los últimos datos del INE, en comparación con el año pasado.

Los alimentos ultraprocesados, responsables de la obesidad

Los productos saludables ya eran más caros que los poco aconsejables antes de que estallara la ola inflacionista, pero esa diferencia se ha agravado con la subida de precios. Esto puede abocar a muchas familias a optar por comprar alimentos ultraporocesados, responsables en gran media del aumento de la obesidad y el sobrepeso. Según el Estudio Nutricional de la Población Española la mitad de los españoles tiene obesidad o sobrepeso (22% obesidad; 31,6% sobrepeso).