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DECLARA UNA DE LAS MENORES AGREDIDAS

El informe de las huellas apunta directamente a Antonio Ortiz

Espejo Público ha tenido acceso al informe de las huellas que han hallado los investigadores en la "casa de los horrores" donde el pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz, cometía sus agresiones. Hoy declaran en los juzgados de Madrid dos de las menores secuestradas.

Es la prueba irrefutable que delata a Antonio Ortiz. La constatación de que una de las menores agredidas por el pederasta de Ciudad Lineal estuvo en el piso de la calle Santa Virgilia, en la llamada "casa de los horrores". Así lo desvela un informe al que ha tenido acceso Espejo Público. Se trata del informe de identificación lofoscópica. Es decir, de las huellas encontradas durante los profundos registros que se realizaron en la vivienda. Concretamente en dos objetos determinados, en el plástico que cubre un colchón y en el envoltorio de una piruleta.

Los primeros resultados que obtienen parecen más lógicos. Identifican 5 huellas, anular derecho, auricular derecho, medio derecho, indice izquierdo y medio derecho que corresponden a Ortiz. Pero el piso de la calle Santa Virgilia no era el domiciloio habitual ni de Antonio ni de su madre. Por lo que estas huellas le sitúan en la casa. Mucho más reveladora es la identificación de otras 4 huellas. 2 palmares izquierdos, es decir, la palma de una mano izquierda, un medio derecho y un anular derecho. 4 Huellas que corresponden con una de las víctimas del pederasta de Ciudad Lineal. Concretamente con la pequeña, la menor española secuestrada en abril, que proporcionó datos clave que ayudaron a identificar la casa donde sufrió los brutales abusos. No hay posibilidad de error.


El rastro encontrado es idéntico, coincide al 100 por cien, con la niña. Pero hay más, las 9 huellas, las 5 de Antonio Ortiz y las 4 de la menor, se localizan en el mismo lado del plástico cubre colchón, en su parte externa. Lo que significa que víctima y agresor estuvieron juntos. Es una prueba contundente, que convierte en certeza las peores sospechas. De nada le sirvió a  Ortiz contratar servicios de limpieza el pasado mes de agosto cuando supo que la Policía estaba tras su pista. Las huellas halladas demuestran que, quien fue clasificado como el enemigo público número uno, engañó, secuestró y se llevó hasta esta casa, al menos, a una de las niñas agredidas por el pederasta de Ciudad Lineal.

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