Robos en comercios

Inteligencia artificial contra los ladrones: "Alto: te he grabado robando el jamón ibérico"

Los dueños de algunos supermercados disponen de un sistema de 'inteligencia artificial' que detecta los gestos vinculados a los robos. Ante movimientos sospechosos salta una alarma en su móvil.

"El sushi lo roban a diario. Es pequeño y caro. Cabe en cualquier bolsillo. Hay gente que se lo lleva a diario sin pasar por caja". Carlota es propietaria de un supermercado en el barrio de Arturo Soria de Madrid y nos guía por el pasillo más transitado por los ladrones de alimentos: el que lleva a los sobres de jamón ibérico. Observamos un estante vacío. "Había 3 sobres, pero si hubiéramos tenido 10, se habría llevado los 10". Lo observamos en el vídeo de la cámara de seguridad. Un varón de unos 30 años se introduce en la cintura del pantalón los preciados envases jamoneros. Pero no son estos hurtos sibaritas los únicos que detectan cada día sus cámaras. "¿Notáis que con la subida de los precios de los alimentos se producen más robos de …? Totalmente -interrumpe tajante Carlota- el otro día paramos a un señor que se llevaba unos garbanzos, embutido y pan".

Estos pequeños robos constantes suponen un "roto" importante en las cuentas de los pequeños supermercados

Por eso Carlota ha decidido instalar un mecanismo de detección in fraganti de hurtos. No es necesario estar observando el mosaico de pantallas que ofrecen las cámaras. El sistema detecta los movimientos más habituales de los amigos de lo ajeno. Los escanea por colores y cuando coincide con un patrón sospechoso, envía una alerta al móvil de la propietaria.

Nos invita comprobarlo autorizándonos a "descuidar" alguno de los productos del súper. El sistema detecta nuestro movimiento y lo clasifica como "muy sospechoso". La alarma salta en su móvil… y logra interceptarnos antes de llegar a la salida. El problema, lamenta Carlota, es que hay que estar constantemente atento al móvil y dejar lo que estés haciendo en el momento en que suena la alerta. Y aun así en muchas ocasiones, el ladrón ya ha salido del establecimiento. Pero a pesar de no haberlo atrapado, su acción y su cara quedan grabadas en el archivo de su móvil.