¿Tele-coca, dígame?
Investigación Más Espejo: ¿Se tarda más en recibir una pizza que un gramo de cocaína en casa?
¿Imaginan pedir comida a domicilio y que tarde más en llegar que un gramo de droga? Esto a parte de sorprendente, es una realidad. Las organizaciones criminales y las empresas de reparto clandestinas llevan la droga que el cliente necesite a cualquier punto de la capital y en muy poco tiempo.
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Javi Fuente ha destapado este clandestino negocio que opera en la ciudad veinticuatro horas al día durante los siete días a la semana. En España, cualquier persona puede recibir en su domicilio o en el punto que desee la droga en cuestión de minutos. Tras unas simples averiguaciones, el periodista consigue tres teléfonos distintos implicados en este turbio negocio. Incluso publican un horario de atención al público. De lunes a lunes, de diez de la mañana a diez y media de la noche, y tras esta franja, mínimo dos gramos, es el horario y el pedido mínimo que solicita esta organización para llevar a acabo el reparto.
A pocos metros del Paseo de la Castellana, el reportero de Más Espejo se pone en contacto con la centralita que recibe los mensajes y se encarga de distribuirlo a los repartidores. Son las 15:53 de la tarde cuando se da el aviso y ellos se encargan de rápidamente contactar con el repartidor que entregará el reparto en el punto deseado.
Su modo de funcionamiento, entregar la droga dónde y cuándo el cliente quiera. Finalmente, aunque no se lleva a cabo la transacción, nuestro periodista se reúne con estos repartidores y confirma sus sospechas: en 18 minutos y 56 segundos, la droga está en el punto de queda.
El repartidor afirma que trabajan de diez de la mañana a diez y media de la noche para pedidos mínimos de un gramo, pero que tras esta hora, el mínimo serían "dos entradas" o lo que es igual, dos gramos.
Los cuerpos policiales han efectuado en los últimos años una gran cantidad de operaciones policiales contra estas mafias de la droga, que no dejan de multiplicarse. Serafín Giraldo, inspector jefe de la Policía, asegura que es un negocio que ha proliferado a raíz de la pandemia. "Hay que tener en cuenta que este público es un poco elitista, ya que pueden necesitar 200 o 300 euros al día".
¿Por qué es tan difícil detener a estas mafias? Porque cambian de número de teléfono constantemente y usan aplicaciones con chats encriptados.
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Sólo en la ultima operación, detuvieron a 26 personas empleadas en este negocio, con una jornada de reparto de ocho horas al día y con un sueldo de entre 1600 y 1800 euros. Es la inmediatez de un servicio que no deja de aumentar en la capital.
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