Investigan un nuevo vehículo de Morate por su posible implicación en el crimen

Hasta ahora dos coches centraban la investigación del crimen de las jóvenes de Cuenca. Uno, el utilitario de Laura, una de las víctimas. El Chevrolet Kalos con el que se acercaron a la casa de Sergio Morate el día que desparecen y que la policía encuentra próximo a la urbanización. Y dos, el Seat Ibiza de Sergio. El coche con el que huyó a Rumanía. La que creíamos única prueba vital para averiguar cómo habría trasladado los cadáveres de las jóvenes. El vehículo prepaparado para ser análizado por un equipo de la unidad central de investigación cientifica española, con permiso del propio Morate.

Eran dos vehículos hasta ahora. Espejo Público ha conocido la existencia de un tercer coche, una tercera prueba. Un Opel Frontera 4x4. Es otro de los vehículos, no el único, propiedad de la familia de Sergio. Un todoterreno estacionado en la finca de Chillarón de Cuenca donde los Morate tienen su negocio de muebles. La empresa en la que Sergio trabajaba. Esta finca fue uno los primeros escenarios registrados por los investigadores tras la desaparición de Laura y Marina. Y precisamente aquí, en una de las naves, se encuentra estacionado el Opel Frontera, que podría convertirse en la prueba clave del caso.

Los días próximos a la desaparción de las jóvenes, Sergio habría pedido prestado a un vecino, así lo afirma el entorno de la familia de Marina, un remolque para este vehículo. ¿Para qué querría un arrastre adicional? ¿Qué iba a trasladar? A pesar de que Morate se niega a ser extraditado y juzgado en España, no ha puesto impedimento alguno a que registren el Seat Ibiza con el que se trasladó a Lugoj tras los crímenes.