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TRABAJAN CONTRARELOJ PARA EXTRAER LA INFORMACIÓN DEL TERMINAL
Los investigadores amplian las hipótesis de la desaparición de Diana Quer tras el registro de llamadas extraído de su móvil
El principal temor de los investigadores de la desaparición de Diana Quer es que la pantalla del terminal muestre un mensaje que aplaza el acceso al móvil a un periodo de entre 3 y 45 años.
Los investigadores que intentan recuperar los datos del terminal de Diana Quer saben que si fallan e introducen una clave distinta en el código PIN, no es que el teléfono pierda la información, sino que el aparato puede remitirles a volver a intentarlo transcurrido mucho tiempo, hasta 45 años. Por eso trabajan con extrema cautela y han pedido a la madre de Diana el anterior teléfono de su hija, de sistema Android, para ver si el código PIN de éste coincide con el del Iphone 6 que ahora tenia la joven.
Pero ya que la política de privacidad de Apple hace inviable conseguir el PIN de Diana, sería muy difícil lograr hackearlo. El teléfono de Diana lleva once días en manos de los Servicios Centrales de Criminalística de la Guardia Civil , después de que un mariscador lo hallara mientras faenaba a pocos metros de la orilla en Taragoña (Galicia).
Al haber estado sumergido en agua dos meses, las piezas están muy dañadas lo que ha hecho que el proceso de reconstrucción del móvil también se demore. Mientras la guardia civil sigue investigando, ya posee algunos indicios de la dirección que pudo tomar el móvil en el que viajaba Diana una vez que su teléfono fue arrojado al agua. Según fuentes de la investigación, el trafico de llamadas que registraron los postes en esa zona y las coincidencias de las conexiones en tiempo y lugar del móvil de Diana con otros, están permitiendo establecer una serie de hipótesis mediante un trabajo muy complejo
El informe básico sobre los movimientos que tuvo el teléfono está terminado desde algunos días pero las pesquisas siguen centrándose en el trafico telefónico que se registró en la zona que va desde A Pobra hasta Rianxo.
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