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TRAMA INTERNACIONAL DE ROBO DE NIÑOS
Luis Fernando viajó hasta Chile y le costó a sus padres adoptivos 3.000 euros
En mayo de 1959 un bebé español de seis meses llega a Chile. Le esperaban para adoptarle una mujer de la alta sociedad chilena y su marido, un importante militar.
La salida del bebé de España, con visado de turista, fue autorizada por un teniente coronel del ejército español que se ocupó personalmente de todos los trámites: Félix Alvarez Arenas, que llegaría a ser ministro durante la dictadura franquista.
Hace solo dos años Luis Fernando Lezaeta descubrió, cuando su madre adoptiva murió, que sus orígenes son españoles y sus padres también. "Aquí en Chile, me llamo Luis Fernando Lezaeta Hurtado, en España me llamo Luis Aguirre García, tengo dos actas de nacimiento y soy la misma persona". Los papeles dicen que su primer hogar fue la inclusa de Madrid. Después pasó un tiempo en casa de Alvarez Arenas y su mujer. Hasta que con 6 meses viaja a Chile. Aunque en España la adopción era gratuita, el matrimonio chileno envió a nombre del militar español grandes sumas de dinero.
Entre los centenares de documentos que su padre guardó, también descubrió porqué fue él el elegido. "La carta de petición de mis padres decía que querían un niño rubio y de ojos azules y una niñita. Le contestaron que las niñas eran muy escasas y caras".
Asegura que en Chile y en toda Sudamérica hay muchos más españoles con familias pudientes. Él le reclama al Estado Español una reparación. Su lucha legal no ha hecho más que empezar. Quiere que se sepa la verdad y que España haga Justicia con muchos niños que como él salieron de su país natal para perder sus raíces en un viaje sin retorno.
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