Desaparición

Una madre coraje se infiltra en los bajos fondos de la droga para saber dónde está su hijo "Creo que lo han matado"

Francisco lleva 10 meses desaparecido. Su madre, Juana, está desesperada. Cree que alguien ha matado a su hijo y lamenta que la Justicia no autorice el análisis de su teléfono móvil para analizar el caso. Ella misma se ha infiltrado en los bajos fondos de la droga en busca de respuestas.

Juana quiere saber qué ha pasado con su hijo Francisco. Este joven estaba en casa jugando a videojuegos le dijo a un amigo que salía a resolver un asunto y en un periodo de media hora volvía. Desde entonces nada se sabe de él. Su madre se ha infiltrado en los bajos fondos del mundo de la droga en busca de alguna pista que le pueda conducir hasta su hijo.

A punto de cumplirse 10 meses de la desaparición de Francis Juana no ha dudado en infiltrarse en sitios como La Cañada Real, ya que sus amigos le han contado que alguna vez fue por allí. Esta madre acudió al barrio con una persona de protección civil a investigar qué pudo haber pasado.

"Días antes de desaparecer mi hijo sufrió un robo en casa y su desaparición puede tener relación"

Cree que en la desaparición de su hijo hay varios frentes abiertos. Recuerda esta madre que su hijo sufrió un robo en casa y su desaparición puede estar relacionada. Salió de casa con las llaves y el teléfono móvil, le dijo a su amigo que en media hora estaba en casa y a los 15 minutos ese móvil dejó de funcionar y nunca más ha vuelto a dar señal. "Él no se ha ido de forma voluntaria como si se lo hubiera tragado la tierra".

La Justicia no ve indicios de criminalidad y no autoriza el análisis del teléfono móvil

El joven desaparecido se dedicaba al menudeo y cuando le robaron se llevaron mercancía que él tenía en casa, colonias y relojes. "Si no dejan mirar el móvil para que la Policía pueda seguir investigando el caso está estancado", solicita esta madre. "Yo creo que mi hijo está muerto y le han hecho desaparecer", señala.

La Justicia no ve indicios de criminalidad y cree que el joven se ha ido por su propia voluntad por lo que no autoriza el análisis del móvil por protección de datos.

Juana se encuentra en tratamiento psiquiátrico con antidepresivos y pastillas para dormir. "Estoy rota, ni sé cómo estoy", afirma.