La madre de Romina Celeste, hundida al ver al presunto asesino de su hija fuera de la cárcel: "Ella nunca me dijo nada"

De Romina Celestesolo se encontraron restos de un pulmón. El 1 de enero de 2019 su familia se puso en contacto desde Paraguay con su pareja ya que llevaban días sin saber nada de ella. Le pidieron que acudiera a una comisaría de la Guardia Civil a denunciar los hechos y desde el principio los agentes sospecharon de su implicación en la desaparición de la joven. Días después fue detenido y confesó que había descuartizado el cuerpo, que lo había quemado en una barbacoa y que había arrojado los restos por la isla de Lanzarote,

No confesó sin embargo haberla matado. En su relato de los hechos aseguraba que se había encontrado el cuerpo de Romina ya sin vida. La detención del procesado se precipitó tras la conversación que mantuvo con un amigo y a la que accedió Espejo Público. Sin saber este que los investigadores le habían pinchado el teléfono le dijo a un amigo que había desmembrado el cuerpo y arrojado los restos a distintos puntos de la isla.

La Fiscalía pedía una condena de 20 años y dos meses de cárcel por maltratar y matar en Lanzarote a su mujer. Sin embargo, debido a la dilación de los trámites judiciales el acusado ha salido de la prisión preventiva en la que se encontraba desde hacía 4 años.

La causa de la puesta en libertad del presunto asesino

Cuenta la abogada de la víctima Emilia Zaballos que el primer año tras la detención el juzgado y la jueza que instruyó la causa hicieron un trabajo impecable y es muy triste que después de ese año los 3 siguientes "la demora haya sido brutal" con jueces sustitutos o recursos y pruebas que se han admitido a trámite y que no tienen ninguna validez.

La madre de Romina llevan 4 años esperando a que se resuelva el caso y se haga justicia. No entienden que al descuartizados confeso de su hija se le vuelva a premiar dejándole en libertad. Reconoce que cuando le vio salir de prisión se le volvió "el mundo para abajo". "No podemos creer que se le haya premiado a salir en libertad".

El proceso judicial se ha dilatado ya que el acusado no confesó haber matado a Romina y había que probar ese extremo. Su madre desconocía que su hija había sufrido ya malos tratos de su pareja en el pasado. La víctima sí había denunciado al acusado pero no se lo comunicó a la progenitora.