El menor de los hermanos del crimen de Castro Urdiales podría volver con el padre: ¿Debe cambiar la Ley del Menor?

La alerta comenzó ayer en el municipio cántabro de Castro Urdiales con la llamada de la abuela a su hija, madre adoptiva de los chicos, pero por aquel entonces Silvia L. yacía muerta en el maletero de su coche, con una veintena de cuchilladas y la cabeza cubierta con bolsas de plástico. El móvil estaría en poder de los menores y en la llamada, el mayor de ellos le dijo a su abuela: "Llama a la Policía, nos han secuestrado".

Como apunta Susanna Griso y según algunas informaciones, la madre sería "muy severa, muy estricta" con los chicos. La Guardia Civil investiga si el mayor de los hermanos, de 15 años, tendría algún tipo de problema previo. Los agentes habrían acudido al centro educativo en el que ambos estudiaban a recabar información. Entre otras razones porque, hace ya 2 años, el mayor "se habría quejado" del trato que recibían de su madre. Las investigaciones ahora barajarían que el parricidio se hubiera desencadenado por una discusión por alguna mala nota obtenida por el hermano mayor en sus estudios, ya que al parecer el rendimiento académico no sería bueno, como se habría dicho en un primer momento.

Una de las preguntas que más incertidumbre general es qué va a pasar con el más pequeño de los hermanos, provisionalmente en un centro de menores. Al niño de 13 años, en condición de persona inimputable dada su corta edad, no se le podría aplicar el Código Penal, ni tampoco la Ley del Menor. Incluso podría darse el caso de que el chico tuviera que regresar a convivir con el padre, ya que actualmente es su responsable legal. Aunque corresponde a las autoridades competentes evaluar la situación en su conjunto y decidir lo que consideren mejor para el niño.

Pese a todo, nada puede justificar lo sucedido en Castro Urdiales. Ahora corresponde a las autoridades esclarecer los hechos y motivos que pueden empujar a unos niños a cometer tremendo crimen.

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