La meteorología pone contra las cuerdas el incendio de Castellón: "Se está complicando el control de los perímetros"

No cesa la lucha contra el fuego en Castellón. Hasta 500 efectivos tratan de aprovechar el descenso de las temperaturas para atacar las llamas, pero el viento sigue dificultando las tareas de extinción. Las cifras, y mucho más en marzo, son preocupantes, hay casi 4.000 hectáreas quemadas y 1.500 personas desalojadas.

Se cumplen ya 5 días de incendio descontrolado en Castellón. El presidente del Ejecutivo Pedro Sánchez visita hoy la zona afectada en una jornada que se espera que será decisiva en las tareas de extinción. Las previsiones anuncian menos humedad y menos calor, después de un fin de semana muy complicado por el viento.

Se mantiene el nivel 2 de alerta. Hasta 20 medios aéreos se suman a los 500 efectivos que trabajan sobre el terreno para intentar contener el perímetro del fuego, de 40 kilómetros. El último balance habla de 3.800 hectáreas arrasadas.

"El viento del oeste va a complicar las labores de control"

Xevi Bolumar es el jefe de la unidad de bomberos de la Generalitat valenciana. Confirma que las condiciones meteorológicas están dificultando las tareas. "Tenemos mucho viento del oeste que va a complicar las labores de control de los perímetros. Las zonas del barranco de la Maimona son muy inaccesibles y sigue habiendo frentes activos", mantiene.

La zona de Montanejos es muy conocida por sus áreas de escalada y está llena de acantilados, explica Bolumar. A nivel de extinción se están complicando las labores de acceso a algunos sitios. El fuego sigue activo en algunos lugares y hay zonas en las que no se puede posicionar personal por su propia seguridad.

Por la tarde ese temido viento de Poniente va perdiendo fuerza pero hasta que pasen esas horas ahora mismo hay mucho viento y hay zonas en las que el personal no ha podido acceder por la inaccesibilidad del territorio.

Muchos de los vecinos de Cirat permanecen desalojados de sus domicilios. Los bomberos entienden que es un problema que estos vecinos no puedan volver a sus casas pero mantiene que las labores de extinción se han complicado en las últimas horas. Los efectivos de extinción se encuentran a la espera de que evolucionen las cosas y no quieren tomar decisiones precipitadas. "Lo primero es preocuparse por la seguridad de la gente", apunta.

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