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SEGÚN REVELA LA REVISTA INTERVIÚ
Miguel Blesa podría ir a la cárcel por un marido despechado
La revista Interviú desvela en exclusiva una nueva petición de prisión para Miguel Blesa. Esta vez, son tres años de cárcel para el ex presidente de Caja Madrid. ¿El denunciante? Un marido despechado.
Ni las tarjetas opacas ni las preferentes. Lo que podría llevar a la cárcel a Miguel Blesa es haber perdido la cabeza por una mujer casada. El ex presidente de Caja Madrid mantuvo una relación sentimental con Olga de la Cruz, una de sus empleadas. El marido de ésta, que sospechaba todo, les mandó emails ironizando sobre la infidelidad. Olga denunció entonces a su marido por injurias y tanto ella como Blesa negaron cualquier tipo de relación más allá de una mera amistad durante el juicio. Ni siquiera una gran amistad, se quedó en una amistad a secas. Ahora con los correos en la mano, el exmarido despechado pide tres años de prisión para el expresidente por haber mentido en el juicio, en el que iba en calidad de testigo.
Blesa y Olga se enviaban cartas de amor al email corporativo, no al personal, y durante el horario laboral. Por eso, el juez ha aceptado incorporar los correos a la causa. "De la carne cruda tomo: tartar, carpaccio, la tuya, jamás pesacado crudo", es uno de los correos del entonces presidente de caja Madrid. Blesa utilizaba palabras como "chupi". Una expresión muy juvenil, casi infantil, por lo que se puede deducir que estaba a gusto con esta relación. Al igual que Olga, que intentaba quedar con su presidente, a pesar de los múltiples compromisos del empresario. "Tenemos pendiente una cenita yo preferería un viernes o un sábado, solo por el hecho de que no estemos mirando el reloj y, ¡que corra el vino!. Pero como sé que con el tema de la caza y demás compromisos es complicado mira tu agenda. En fin, tú tienes la palabra, así que déjate mimar".
Fotos en bikini felicitandole por su cumpleaños, imágenes de islas privadas en venta para hacer escapadas, la comunicación entre Olga y Miguel era constante. De hecho, llega un momento en el que la empleada se toma la libertad de pedirle que le cambie de puesto de trabajo. "Los sitios donde me gustaría ir son, y por este orden: protocolo, comunicación, publicidad, calidad, obra social..."
Miguel Blesa ahora es un hombre casado. Han pasado más de 5 años desde que mandó estos emails. ¿Cómo explicará ante juez que su "sólo amistad" en realidad era algo más?.
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