Las monjas de Belorado podrían ser excomulgadas y desahuciadas

Los inmuebles de las iglesia no son propiedad de religiosos o religiosas que los habitan sino que forman parte de un patrimonio eclesiástico que se ha ido erigiendo a lo largo de los siglos y que pertenece al conjunto de la Iglesia. Un grupo de monjas no puede decidir la venta de su convento y repartirse “el botín” para asegurarse una vida sin preocupaciones económicas. Según el Derecho canónico cuando se pretende la enajenación de algún bien, se establecen una serie de controles para garantizar que existe una justa causa que justifique la operación. Susana Griso, en el programa Espejo Público habla con Santiago Cañamares, Catedrático de Derecho de la Universidad Complutense y experto en bienes de la Iglesia.

Las monjas se convertirían en okupas

-¿Quienes son las propietarias de los conventos de Derio, Belorado y Orduño? ¿Pueden terminar desahuciadas o incluso convertirse en okupas?

"Conclusión atinada porque es lo que ocurre cuando alguien ocupa un inmueble sin tener ningún título legítimo" nos dice Cañamares. "Las monjas no son las dueñas del convento sino la institución. Si abandonaran la iglesia no tendrían ningún título legítimos para estar ahí". "Para vender el convento necesitan la licencia de la Santa Sede.

Sin ella, en derecho civil se considera nula la compraventa. Entre tales controles se encuentra la llamada “licencia canónica de enajenación”. Pero las consecuencias podrían ser más graves. Según el catedrático podrían incurrir en un delito de cisma "Ese delito lleva aparejado como pena la excomunión. Es una excomunión automática. Quedarían apartadas de la iglesia. Las monjas no son las propietarias del convento. Ni ellas ni las que vengan".

Santiago Cañamares cree que detrás de esta rebelión una trama de carácter inmobiliaria liderada por Pablo de Rojas. Se trata del fundador la Pía Unión de San Pablo Apóstol, que es considerada como una secta por el Vaticano. "Pablo de Rojas intentará hacerse con el convento al precio más barato posible. Detrás podría haber una trama de carácter inmobiliario que ha llevado a convencer a las monjas de que abandonen la iglesia. Pero aunque lo abandonen el convento no es de ellas ni se podrán repartir el botín entre ellas".

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