Un montañero experto cree que la hora a la que acudió Sandra Bermejo a Cabo Peñas "es un poco extraña"

Los investigadores manejan la hipótesis de que en el caso de que Sandra Bermejo hubiera caído al agua en el noveno día el cuerpo emergería por el ritmo de las mareas. Las labores de búsqueda prosiguen en la zona de Cabo Peñas (Gijón) en la que se le perdió su pista.

Las labores de rastreo para localizar a Sandra se están ampliando a otras áreas de Gijón y Avilés. La clave está en el posicionamiento de su teléfono móvil que, en todo momento, la ubica en la zona.

Espejo Público ha recorrido el paraje en el que desapareció Sandra con César, un experto montañero. Señala que es difícil que se produzca un accidente si conoces el lugar aunque siempre es posible. Le parece un poco extraña la hora que eligió Sandra para pasear, ya que era de noche. "Sí ha habido casos de gente que se ha suicidado por aquí", señala.

"A esas horas de la noche, mucho paseo no iba a poder hacer. Se trata de un área castigada por el viento y la inclemencia del tiempo. Yo a las 17.00 horas no vengo a dar un paseo", mantiene el montañero.

La familia de Sandra Bermejo insiste en que la desaparición no ha sido voluntaria

Esther, madrina y tía de Sandra, se ha desplazado a la zona de búsqueda desde que supo que había desaparecido. Para ella está siendo especialmente difícil este trance ya que además de acudir en persona hasta el lugar de búsqueda a diario, se está hospedando en casa de Sandra. Cuenta que el verano pasado fue a visitar a su sobrina y esta le hablo del cabo en el que se le perdió la pista. Le gustaba la naturaleza y pasear por la zona.

Su tía descarta la desaparición voluntaria y cree que pudo ir a desfogarse un rato antes de empezar sus clases de teatro. No descartan el hecho de que fuera voluntariamente hasta allí. De 17.00 a 17.45 horas la zona estaba llena de gene pero nadie vio a Sandra, por lo que apelan a la colaboración ciudadana.

"Mi sobrina acaba de ser tía, somos una familia unida y habíamos quedado para Navidad como todos los años. Tenía un proyecto para hacer cosas nuevas aquí en Gijón, su agenda organizada con sus clientes, la casa recogida y organizada... Anímicamente estaba bien con unos días mejores otros peores como todo el mundo", cuenta Esther sobre su sobrina.