Carles Puigdemont
La mudanza de Puigdemont le acerca a España para cumplir sus promesas de retorno
Puigdemont abandona Waterloo para acercarse un poco más a Cataluña, situándose a tan solo 30 kilómetros de la frontera española.
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Puigdemont mueve ficha en la campaña electoral y se acerca a España. El expresidente ha dejado su residencia habitual en Waterloo desde hace seis años y medio para instalarse en Vallespir, al sur de Francia, a 30 kilómetros de la frontera española. El político ha echado el cierre a la 'casa de la república' para acercarse a la "libertad" que buscaba cuando decidió huir a Bélgica.
"No volveré ni esposado ni rendido delante de un juez español", afirmaba rotundo cuando decidió abandonar Cataluña. Una huida que llevó a cabo tras el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2018. Tras el simulacro de declaración unilateral de independencia, Puigdemont salía a dar unas inesperadas declaraciones: "suspender los efectos de la declaración de independencia".
Escondido en un coche con destino a Bélgica, la justicia española emitía una euroorden para detener al expresidente, quien se entregó a las autoridades flamencas, pero terminó saliendo en libertad y sin fianza.
Las promesas de Puigdemont de volver a España se dan de manera continuada: "la intención de volver está ahí", decía entonces, cuando encabezada la lista de Junts per Cat. Sin embargo, el constitucional prohibía su investidura telemática, por lo que delegaba su puesto a Quim Torra.
El eurodiputado no se rinde y en su intento de cruzar la frontera alemana vuelve a ser detenido, pero nuevamente consigue librarse, al no apreciar, los tribunales teutones, un delito de rebelión. "Es una vergüenza para Europa tener presos políticos", declaró.
En la campaña de las elecciones europeas de 2019, volvía a prometer su retorno, pero ni con la condición de eurodiputado y la inmunidad bajo el brazo, el expresidente se atrevía a dejar Waterloo, ya que según sus palabras "hay que cumplir las leyes". Una inmunidad a la que el Tribunal General de la UE ponía fin en 2022.
Fin del territorio comanche en Waterloo
Waterloo ha sido durante 6 años y medio el lugar seguro de Puigdemont, además de un escenario recurrente para recibir a amigos y rivales políticos, y epicentro de la gobernabilidad de España en los últimos meses.
"No voy a tardar 20 años en pisar suelo catalán", aseguraba el expresidente de la Generalitat. Y parece que sus palabras se hacen realidad poco a poco al abandonar Waterloo e instalarse a tan solo 30 kilómetros de la frontera de España, en Vallespir, la Cataluña Nord para los independentistas.
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Por el momento se mantiene lejos de España, pero la posible aprobación de la ley de amnistía para que podría poner fin a su largo camino de retorno.
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