Nacho Abad analiza el caso tras el hallazgo del cadáver de Esther López: "La investigación va a ser lenta"

Apunta el periodista Nacho Abad que cuando se encuentra el cuerpo de Esther López en una cuneta de los alrededores de Traspinedo (Valladolid) se desplaza el médico forense del juzgado con la autoridad judicial y lo que observan a primera vista es que no hay signos de violencia: ni disparos, ni puñaladas ni un traumatismo craneoencefálico severo. "No había signos de violencia evidentes, por tanto que los políticos digan lo que quieran", señala Abad sobre las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la delegada del Ejecutivo contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, en las que apuntaban a una "muerte violenta" de esta vecina de Traspinedo a la que se le perdió la pista el pasado 12 de enero.

"Tiene que hilar muy fino. El entorno del caso señala que la investigación va a ser lenta", añade Abad. El subdelegado del Gobierno reconoció que esa zona no se había batida en la búsqueda de Esther. La Guardia Civil está revisando las imágenes de los drones por si ha pasado alguno por encima de una zona determinada.

Explica Abad que hay una serie de procesos fisiológicos que se producen en un cadáver que van dando datos sobre la muerte. "Más que la ropa, los líquidos que impregnan el terreno del suelo pueden determinar cuánto tiempo llevaba el cadáver en ese lugar", apunta.

La investigación no tiene claro que el cuerpo estuviera allí pese a que el testigo diga que ha pasado por allí y no había visto el cadáver de la desaparecida. De ser cierto que alguien ha colocado el cuerpo en el lugar a posteriori eso entrañaría que alguien ha tenido escondido el cuerpo, lo ha trasladado de madrugada y lo ha depositado allí evitando las cámaras de seguridad y cualquier imagen.

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