La nube de ceniza del volcán de La Palma puede parar el motor de los aviones e impedir la visibilidad al piloto

Daniel Zamit, controlador aéreo en Canarias, ha valorado el problema que produce la nube de ceniza del volcán de La Palma en el tráfico aéreo. Señala que el principal inconveniente para mantener el tráfico aéreo es que la nube de ceniza puede producir falta de visibilidad y esas pequeñas rocas al contacto con los aviones y las superficies aerodinámicas actúan como una lija fuerte que incluso se puede meter en los motores y pararlos.

No es nada recomendable que los aviones atraviesen esas nubes provocadas por la erupción volcánica de La Palma al tratarse de un material duro y abrasivo. Explica que aunque el aeropuerto de La Palma continúa abierto la decisión de que salgan vuelos o no, dependiendo de la situación meteorológica corresponde a las compañías.

Con mucha niebla un aeropuerto está abierto y algunas compañías pueden aterrizar con facilidad mientras que otras no están capacitadas para hacerlo.

Mantiene que la nube de ceniza del volcán afecta a el tráfico aéreo de toda La Palma. En función de dónde vaya la nube eso hace que los procedimientos que usen los trabajadores de Canarias cambien. La situación genera también un sobresfuerzo a los controladores aéreos y a las tripulaciones ya que solo hay un canal por el que entran y salen los aviones. Sin embargo, pone de relieve que se sigue operando "con la misma capacidad y con normalidad" ya que están entrenados para esas contingencias.

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