Crónica de guerra

Oleg: "Nos estamos acostumbrando a la guerra, oigo misiles y sigo durmiendo"

Oleg no puede salir de Ucrania al encontrarse en edad de combatir en la guerra contra Rusia. Cuando estalló el conflicto pensó cuáles eran sus talentos: los idiomas y conocer gente en toda la unión Europea. Ha puesto en marcha una red de contactos para ayudar a mujeres y niños que quieren salir del país.

"Lamentablemente ya nos estamos acostumbrado a lo que está pasando. Ya oigo misiles y sigo dormido" reconoce Oleg. Este matemático ucraniano permanece en un búnker de Kiev desde que se desató la guerra con Rusia. Lamenta que la situación que están viviendo en el país es "surrealista". Todo está callado y cuando se oye algo por la noche son armas, misiles o explosiones. No tenemos los sonidos normales", apunta.

Cuenta que hace dos cosas a lo largo del día: enviar vídeos de lo que está pasando en Ucrania a distintos medios de comunicación y facilitar la salida del país a mujeres y niños. "Recojo materiales y los envío a distintas cadenas alrededor del mundo para que vean lo que pasa en Ucrania. Estoy en contacto con los chicos de la universidad en la que estudiaba y coordino distintas vías para las mujeres y niños que quieren dejar el país".

Dese el primer día de la guerra pensó cuáles eran sus talentos: hablar idiomas y conocer gente en toda la Unión Europea. A partir de ese momento empezó a coordinar y a hablar con personas para trazar esta red de ayuda. El mecanismo funciona así: conoce a una madre que quiere salir desde Rumanía con su hijo, habla con un colega en Portugal y lo coordina.

Oleg habla inglés, ruso ucraniano, hebreo, castellano y catalán entre otras lenguas. Se encuentra haciendo un doctorado es científico en economía y trabaja en una empresa de innovaciones en España.