La parricida de Godella tuvo 2 brotes psicóticos previos al crimen y un psiquiatra determinó que estaba bien

María, la parricida que mató a sus hijos de 3 años y 5 meses en Godella (Valencia), tuvo dos brotes psicóticos previos al crimen. La detenida acudió a un psiquiatra acompañada por su pareja y su madre. El psiquiatra le dijo que estaba bien y que no tenía ningún problema mental. Esto es lo que ha declarado la madre de María en sede judicial. La abuela de los niños ya alertó al juzgado de guardia de su localidad de que temía por la vida de sus nietos, ya que su hija presentaba comportamientos extraños.

Tras ser detenida por el doble crimen, María confesó los hechos y mostró un discurso alejado de la realidad con ideas delirantes y obsesivas. Aseguró que había matado a los niños porque Dios, en forma de mujer, le había ordenado hacer en "un ritual de purificación". Aseguraba que a sus hijos "les habían robado el alma". "Quitarles la vida era la única forma de limpiar sus almas y salvarme yo misma", señalaba.

El psiquiatra José Carlos Fuertes pone de manifiesto que una persona que sufre brotes psicóticos una vez que pasa el efecto del brote puede parecer "perfectamente normal". "Otra cosa es que esta persona haya puesto de manifiesto trastornos graves en el contenido del pensamiento. No podemos pasarlo por alto y hay que tomar una medida de precaución y hacer un seguimiento porque una psicosis puede volver a aparecer", determinaba.