La pesadilla de los padres indemnizados con 6 millones de euros por una negligencia en el parto de su hijo: "El ginecólogo desapareció sin decir nada"

Elisabeth y Jorge Javier son padres de un niño que sufre parálisis cerebral como consecuencia de una mala praxis durante el parto. Tras años de pleitos en el juzgado un juez ha reconocido que una negligencia causó los daños cerebrales del pequeño. El hospital tendrá que indemnizar a estos padres con casi 6 millones de euros.

Asegura Elisabeth que el día en que reciban este dinero lo destinarán a mejorar su calidad de vida, a comprar una vivienda que se pueda adaptar, comprar un vehículo y poder costear sus costosas terapias. El niño sufrió hipoxia, falta de oxígeno en el parto. El ginecólogo se fue, estando de guardia, dejando sola a esta familia.

Durante muchas horas estos padres estuvieron solos en la habitación y nadie entró a hacer controles. En el último momento cuando le avisaron de que se había complicado la cosa apareció el ginecólogo. Precisamente les programaron el parto ese día porque su ginecólogo estaba de guardia.

"Cuando preguntábamos el personal sanitario nos decía que estaba en una guardia o una consulta"

Cuando preguntaban por él el personal sanitario les decía que estaba en una guardia o una consulta pero no apareció. Ingresó un día 23 a las 21.00 horas y el día 24 a las 21.00 horas nació el niño, pese a que el ginecólogo dijo que estaba previsto que el parto fuera en la mañana del día 24 tras examinarla.

El día del parto los monitores tradicionales no funcionaban y le colocaron los intravaginales "que tampoco iban muy bien". En todo el día de proceso que duró su parto tan solo entraron a la habitación sanitarios en torno a 2 ó 3 veces. Cuando el niño nace se lo suben a la UCI del hospital y a las 4 horas le bajan un papel a su marido para que firme el traslado en una UCI medicalizada a otro hospital.

Cuenta esta madre que durante 8 años se ha culpabilizado de lo que ocurrió en el parto y el hecho de tener por un papel que establece que lo que le sucedió a su hijo no fue culpa suya supone un alivio.

Rafael Martín Bueno es el abogado que ha conseguido demostrar una negligencia en la sanidad pública. Cree que la indemnización va acorde con los gatos que va a suponer cuidar de su hijo: necesita una tercera persona, una rehabilitación, una vivienda y un vehículo adaptados.

El letrado agradece la confianza de estos padres junto a los que ha podido conseguir esta indemnización.

Aconseja a quien pueda verse en una situación similar que elijan a un abogado que se dedique a la negligencia médica y que preparen el pleito con mucho tiempo porque "se encontraran con muchas chinas a lo largo del camino en el hospital, con los médicos o en la parte contraria".