El plan inicial de José Bretón era matar a su esposa, no a sus hijos

El plan original en la mente perversa de José Bretón era acabar con la vida de su esposa Ruth Ortiz. Ese era su verdadero objetivo. Su estrategia se trunca cuando Ruth no contesta a sus llamadas. No tiene acceso a ella, a la que hubiera sido su víctima.

La ira se apodera de Bretón y comienza a fraguar su plan B: el asesinato de sus propios hijos, la peor de las maneras de destrozar la vida de su todavía mujer. Así, con premeditación y alevosía y todas las agravantes conocidas, consigue las recetas de Orfidal y Motivan para adormecer a los pequeños Ruth Y Jose. Compra una gran cantidad de gasoil y mucha leña de olivo, la que más tiempo dura en combustión, la que más tiempo guarda el calor. Son parte de los preparativos para constuir un horno crematorio con una mesa en la que se deshace de los cuerpos de sus hijos. Resultado de un estudiado segundo plan al que se ciñe cuando su plan A se desmorona.