La Policía desaloja a los okupas que convirtieron la vida de una anciana en un infierno: "Un juez al que me gastaría dar un abrazo"

La semana pasada Espejo Público ya informaba sobre la pesadilla que sufría, Mari Carmen, una anciana de 80 años, en pleno barrio de Lavapiés, en Madrid. La vivienda de la señora se ubica debajo de otro piso que heredaba Bárbara hace unos dos años, aunque no sería la legítima propietaria por irregularidades en la herencia. Durante ese tiempo Bárbara habría transformado ese inmueble en un 'narcopiso' en el que se llevaría a cabo el tráfico y el consumo de drogas.

"¡Es mi casa!"

Las continuas peleas, altercados, robos, o amenazas de muerte contra ella y su hija, habían puesto al límite a Mari Carmen, que sentía una inseguridad y un miedo atroces que llevaron a la anciana a llevar siempre consigo un 'espray de pimienta'. Aun así, sorprendía la actitud y fortaleza de María del Carmen, que aseguraba rotundamente: "No me quiero ir, es que ¡es mi casa!".

Las novedades respecto a este caso han generado una sensación que Mari Carmen tenía lejos en su memoria, la tranquilidad. La Policía procedía recientemente al desalojo del inmueble, del que expulsaron a varias personas bajo influencia de sustancias estupefacientes. En las imágenes difundidas por la Policía también se podía apreciar la gran cantidad de personas que se encontraban en el interior del piso cuando accedió la Policía, así como las insalubres condiciones en que estaban.

La heredera, por el barrio

Poco antes de la conexión en directo con el periodista del programa, Javi Fuente, la Policía acudía al edificio para hacer una inspección y advertir a los vecinos de la presencia de la mujer heredera del piso problemático, que, según Javi, "no sólo regenta este 'narcopiso', sino que regenta unos cuántos".

La tranquilidad de la señora no sería total, ya que la presencia de Bárbara por la zona hace saltar las alarmas en Mari Carmen. La sola posibilidad de que se reproduzcan los problemas en el bloque le quita el sueño. Aun así el periodista explicaba como la actuación policial habría terminado con el piso "tapiado, con una puerta anti-okupas".

Denuncias útiles

"Me ha hecho caso un juez al que me gastaría dar un abrazo"

Tras más de dos años de convivencia con los sucesivos problemas de higiene, seguridad o sueño que provocaban las personas que acudían al piso en cuestión, Mari Carmen aseguraba que no habría sido hasta hacer pública la denuncia a través de Espejo Público, cuando las autoridades han actuado y se pronunciaba al respecto: "Por supuesto. Es triste pero cierto".

A propósito de esta supuesta 'aceleración' judicial que implicaría en este tipo de procesos, que un programa como Espejo Público los haga mediáticos, el periodista Rubén Amón expresaba que "es muy frustrante que la crisis de la okupación se resuelva a partir de la lotería de un programa que te pone el ojo". Coincidía con Amón el también periodista Juan Soto Ivars, que afirmaba: "Que nuestras instituciones necesiten esa 'bebida energética', es un poco vergonzoso".

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