Insectos comestibles

"Póngame una bolsa de larva del escarabajo del estiércol": la UE da luz verde a la venta de una cuarta especie de insecto comestible

La OMS recomienda su consumo para combatir el hambre. Para sus defensores son el alimento del futuro: la cría de insectos es más sostenible que las granjas tradicionales y tienen un alto contenido en proteína.

El dato es incuestionable: Para generar un kilo de proteína a base de grillos domésticos se necesitan 15 litros de agua. Si queremos obtener ese mismo kilo de proteína a partir de carne de vaca necesitaremos 30.000 litros. Y si hablamos de emisiones a la atmósfera, las que expulsan las granjas de bovino son 100 veces superiores a las de una explotación de insectos. Con los datos en la mano: ¿Consideraría una dieta que incluyera grillos domésticos, langosta migratoria o gusano de la harina?... Según sus partidarios, ésta es la proteína del futuro y a esas tres especies que ya se podían comprar aquí, Europa suma una cuarta: la larva del escarabajo del estiércol. Cuestión de gustos.

En el mercado valenciano de Rufaza encontramos grillos con tomate, bañados en chocolate o barritas energéticas

En el mundo se consumen casi 2.000 especies distintas de insectos, un dato muy alejado de los permitidos en Europa. Nos trasladamos al valenciano mercado de Ruzafa, que cuenta con uno de los pocos despachos de insectos que existen en España. Allí Alberto nos ofrece todos sus productos: desde los insectos tostados hasta variedades de grillos con tomate, bañados en chocolate, barritas energéticas, nachos, harinas, piruletas… aunque lamenta que aún no es un negocio rentable: "Lo que más se lleva la gente son los grillos. No sé porqué la gente es especialmente aprensiva con las larvas", asegura mientras ensalza su producto: "Las langostas por ejemplo, tienen un 60% de proteína".

Carmen, una clienta del mercado, se muestra curiosa con los botecitos de insectos y anélidos que manejamos, pero lo rechaza cuando se lo ofrecemos: “no, no, no… soy muy aprensiva, gracias”. Más dispuesta está otra clienta que degusta con agrado un par de grillos: “está bueno, ¿lo has probado?” reta al reportero. “Acabaremos comiéndolos con la salsa boloñesa, en los rebozados…”. Alberto le da la razón: “en las ensaladas están geniales. Aportan ese toque crujiente…”

"Pueden provocar alergias a las personas sensibles a los crustáceos"

A pesar de que el producto pasa sus controles sanitarios, nuestro proveedor advierte de posibles efectos secundarios: “pueden provocar alergias a las personas sensibles a los crustáceos, los moluscos y los ácaros del polvo”. El producto ya está a su disposición. Valórelo y si puede, dese el capricho: un tubo de 13 gramos de gusano de la harina le sale por 5,20 euros, un precio que quizá choque de momento con la pretensión de convertirlo en el alimento del futuro.