Mata a la anciana a la que cuidaba en Algeciras tras propinarle fuertes golpes en la cabeza

Una mujer ha ingresado en prisión por la muerte de una anciana a la que cuidaba en Algeciras. La hija de la fallecida acudió al domicilio y allí se encontró a su madre de 95 años tirada sobre un sillón con el rostro desencajado y cubierto de sangre. La víctima no podía hablar.

Tras trasladarla al hospital los médicos le dicen que ha habido un aplastamiento cervical. A partir de ahí la Policía Nacional comienza a sospechar de la cuidadora ya que en ningún momento llama a la familia ni facilita información, además limpia la sangre de la escena del crimen.

Las pruebas médicas se sumaban a una lista de sospechas de los investigadores. María González es subinspectora de la Unidad de Familia y de Mujer de la Policía Nacional de la Unidad de Algeciras. Cuenta que la investigación se inicia tras la denuncia de un hijo de la fallecida que comunica que la mujer está ingresada en el hospital desde hace una semana. Todos los hijos sospechan de la cuidadora como autora de las lesiones ya que cuando sucedió todo la que se encontraba con ella era la mujer.

"Los agentes se encontraron en la casa una palangana con una esponja que les hicieron sospechar de la cuidadora"

En el lugar de los hechos los agentes encontraron una palangana con agua y con una esponja. Los testimonios de las personas del entorno de la víctima indicaron que la situación era un poco dantesca. La cuidadora había intentado higienizar a la víctima cuando lo normal hubiera sido avisar a la familia o a los servicios sanitarios

En un primer momento dijo que no conocía a la mujer, cuando luego reconocía que sí, a pesar de que llevaba más de un año cuidándola. Aseguró ante los agentes que la propia anciana se había provocado las lesiones. Desde el primero momento los investigadores tuvieron la sospecha de que los golpes habían sido fruto de una paliza.

Finalmente, la anciana señaló a su cuidadora antes de morir ante su familia. Cuando estaba ingresada en el hospital, antes de morir, consiguió hacerse entender y manifestar que había sido la interna quien le había propinado una serie de golpes en la cabeza.