Proponen reducir la tasa de alcoholemia a los conductores: ¿Por qué no baja a cero?

El Gobierno está trabajando para acometer una reforma en la normativa vial. Según lo afirmado por Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, la intención del Ejecutivo es establecer un nuevo límite máximo en la tasa de alcohol con la que se permite la conducción de vehículos. La intención de las autoridades sería rebajar la cantidad actual a la mitad.

En un principio se barajó la posibilidad de reducir exclusivamente la cifra impuesta a los conductores noveles, pero poco después se habría optado por extender el cambio a la totalidad de los poseedores de una licencia de conducir.

Lo ideal es no beber absolutamente nada de alcohol si uno pretende ponerse al volante. La tasa de alcohol máxima permitida en sangre es de 0,5 gramos por litro, mientras que a los noveles y a los conductores profesionales es 0,3 g/l.

¿Por qué no 0,0?

Parece evidente, pero el alcohol y la conducción no son buenos compañeros, y muchos todavía tienen que interiorizarlo. Al año los conductores ebrios causan miles de accidentes y en consecuencia víctimas, muchas de ellas fatales. Desde la primera, son demasiadas.

La seguridad vial estaría en el punto de mira del Gobierno. Por ello al ministro le preguntaban por qué no se opta por una tolerancia cero. La razón es contemplar que algunos alimentos se cocinan con vino, cerveza, o licores. El contenido de alcohol de esos platos, aunque mínimo, podría aparecer en los resultados de una prueba de alcoholemia.

Otro de los factores diferenciales tenidos en cuenta es que a parte de la cantidad ingerida, el nivel de alcohol en el organismo depende del peso y el metabolismo de cada uno, el sexo biológico y el tiempo transcurrido.

Por todo ello no se pone el límite en el cero absoluto y el nuevo límite de alcohol pasaría a ser 0,2 g/l de sangre. Para todos los conductores.

¿Cómo saber cuánto alcohol tenemos en el organismo?

La periodista de Espejo Público Lorena García explicaba cómo de una manera sencilla podemos ser conscientes de que no podemos ponernos al volante, con un sencillo cálculo. Sería necesario multiplicar la graduación de la bebida por la cantidad ingerida -en mililitros-, dividir entre 100 y finalmente multiplicar por 0,8 (que corresponde a la densidad del alcohol).

A modo de ejemplo, sabiendo que en cada caso la bebida puede sentar de distinta manera, Lorena hacía los cálculos correspondientes a la ingesta de una cerveza. Aproximadamente se beben 8 gramos de alcohol puro y subrayaba la periodista que esa cantidad sería suficiente para que muchas personas den positivo en una prueba.

Las zonas urbanas: positivos por la mañana

Leire Pérez, periodista del programa, se desplazaba a un control de alcoholemia desplegado en el interior del casco urbano del municipio madrileño de Alcobendas. Leire comprobaba in situ cómo afectaría el futuro cambio pretendido por Marlaska al número de positivos detectados. Pese a ser las 10 de la mañana de un día laborable, los agentes de Policía destacan que "nos sorprendería".

Umberto, policía local de Alcobendas, subrayaba que lo primero que se conseguiría con la reducción del límite sería: "Una mayor seguridad en las carreteras. Sin ningún género de dudas".

El agente afirma rotundamente: "Al volante, cero cero".

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