Un psiquiatra analiza el comportamiento del asesino del pequeño Mateo: "Tenía la mente partida"

La Guardia Civil detuvo el lunes a un joven español de 20 años, sospechoso de apuñalar hasta la muerte a Mateo, un niño de 11 años, en el polideportivo Ángel Tardío de Mocejón (Toledo). Según varios medios de comunicación, el presunto asesino habría declarado que vivió el ataque como si estuviera dentro de un videojuego.

Ante estas declaraciones ha querido opinar en Espejo Público José Carlos Fuertes, psiquiátrico forense: "Desde el primer momento he dicho que nos encontramos ante una psicosis, que además ha sido tributaria probablemente por ese diagnóstico de un 70% de discapacidad no de incapacidad, que es deferente y por tanto estamos hablando de una enfermedad mental con mayúsculas".

Una persona inimputable

Si los informes médicos y la exploración médica que el forense le hará al presunto asesino confirman su enfermedad mental: "Estamos ante una persona inimputable, es decir, que no se le puede atribuir desde el punto de vista de la culpabilidad este delito, sino que tendría que sustituirse esta pena por pena privativa de libertad, internándolo en un hospital psiquiátrico penitenciario", admite el doctor Fuertes.

El pensamiento del presunto asesino

El presunto asesino ha reconocido que tenía la mente dividida y que se encontraba dentro de un videojuego. Según José Carlos, esos son de los principales síntomas de la esquizofrenia: "Tenía la mente partida".

"Es muy común ese pensamiento, las personas que sufren una psicosis pierden el contacto con la realidad. Lo viven como que alguien les está dando unas normas y lo llevan a cabo, para ellos es real. A cualquier persona normal le cuesta entender esta situación", explica.

Así es la esquizofrenia

El doctor Fuertes define la esquizofrenia como: "Una enfermedad que no es repentina, que comienza de forma solapada, con cambios de conducta, aislamiento, cambios de ropa... Y de repente, un día aparece un relámpago, como es este momento, y es el episodio agudo. En ese momento se conjuntan las alucinaciones, las ideas delirantes, y de repente eso explota. Normalmente tras la pubertad se van aliviando los síntomas, pero nunca se cura totalmente, tienen que seguir con unos medicamentos".

El tratamiento

"Hoy en día tenemos unos medicamentos que pueden evitar este tipo de situaciones. Lo que necesitamos saber es si tenía un tratamiento médico, si ese tratamiento se cumplimentaba y si la persona estaba supervisada por el familiar correspondiente", concluye el psiquiatra a Espejo Público.

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