Valladolid

A puñetazo limpio y con un bate de béisbol: la brutal pelea de dos padres por el turno de un columpio

Uno acabó con 12 grapas y un traumatismo craneoencefálico. El otro se rompió la nariz y perdió varios dientes.

Parece de película, pero ocurrió de verdad. El pasado jueves dos padres se enredaron en una brutal pelea por el turno de usar la tirolina de un parque infantil de Valladolid. La cosa llegó tan lejos que, para aclarar a cuál de los niños le correspondía usar el columpio, sus padres utilizaron los puños, e incluso un bate de béisbol.

Cerca de las 22:30 de la noche del pasado jueves, dos niños jugaban en un parque llamado 'Patricia', ubicado en el barrio vallisoletano de Los Pajarillos. Los padres de ambos comenzaron a discutir por el turno de utilizar el columpio. Lo que empezó siendo un intercambio de insultos y gritos terminó siendo una verdadera pelea.

Uno de los padres propinó un puñetazo en la cara al otro. El que recibió el golpe empezó entonces a perseguir al primero con un bate de béisbol hasta que logró darle un fuerte golpe en la cabeza. La pelea siguió con los puños hasta que ambos fueron separados por algunos testigos.

Inmediatamente, varios agentes del cuerpo de Policía Nacional, que minutos antes habían recibido el aviso de la pelea entre los dos hombres, llegaron rápidamente al lugar de los hechos, que había reunido a muchos curiosos. Una vez allí, las autoridades pudieron actuar disolviendo el conflicto.

Traumatismos y fracturas

Los agentes de Policía detuvieron al momento a los dos implicados acusándoles de un delito de lesiones. Después, los dos fueron trasladados a un centro hospitalario para que los sanitarios valoraran su estado de salud.

Tras las pertinentes pruebas, los médicos determinaron que el que recibió el golpe del bate presentaba un traumatismo craneoencefálico y necesitó 12 grapas de sutura en el cuero cabelludo. El otro de los padres sufrió una fractura nasal y perdió varios dientes.

Ahora mismo ambos están en libertad a la espera de juicio. El delito podría tener peores consecuencias si se tuviera en cuenta como agravante la presencia de los niños durante la pelea.