El reflejo del espejo del baño en el que presuntamente Alves abusó de la víctima, clave en el caso

Dani Alves ha recibido la primera visita de su mujer desde que fue encarcelado. Ha sido en un bis a bis de 50 minutos. La visita se produce después de los rumores de separación que sobrevolaban en torno a la pareja.

La modelo Joana Sanz iba acompañada de un amigo íntimo de Alves, el chef brasileño Bruno Brasil. Se trata de un íntimo amigo del jugador que además estaba con él en la discoteca cuando se produjeron los abusos. La modelo lanzó un mensaje muy claro a los periodistas: "No le voy a dejar solo en el peor momento de su vida".

El periodista Jesús Albalat cree que la visita de Joana Sanz a la cárcel es fruto de la estrategia de defensa de Cristobal Martell. "Le habrá dicho que si se separa eso da un indicio más de culpabilidad sobre Dani Alves", mantiene.

Las dos amigas que estaban con la víctima rectificaron ante la jueza que Alves a una la magreó y a la otra la cogió por la cintura con fines sexuales. Una declaración que ya habían hecho ante los Mossos. La jueza le indicó entonces a una de las jóvenes si quería presentar ella otra denuncia a Alves. La joven respondió que no quería denunciar al considerar que lo que le había pasado a la víctima era mucho más grave de lo que le había pasado a ella.

El peso de las cámaras de seguridad

En las imágenes se ven unas zapatillas sobresalir del cuarto de baño y un ademán de invitación hacia la chica, queda por determinar si el portador de esas zapatillas era el acusado.

Hay además otra imagen de vital importancia en la grabación de las cámaras. Se puede ver durante unos segundos que existe un espejo delante de la puerta del lavabo donde presuntamente se produjo el abuso. Es en ese reflejo del lavabo donde se ve a Dani Alves en la puerta. No hay duda de que Alves estaba en el interior el baño. Él dice que sí entró pero ahora se están recogiendo pruebas periféricas que ratifiquen la versión de la víctima.