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UN LLAMAMIENTO DESESPERADO
"Mi riñón a cambio de un trabajo"
Isidoro Jiménez tiene 55 años y busca trabajo desesperadamente. Gracias a la ayuda familiar y a Cáritas subsiste él y su hijo de 10 años. Ahora ha decidido donar un riñón a cambio de trabajo.
Asegura Isidoro que está harto de entregar currículums y que nadie le responde. "Sólo miran la edad. No son capaces de contemplar mi experiencia laboral. He sido "primer maitre" en las dos cadenas hoteleras mas importantes de España. Hablo alemán, francés, ingles con un nivel medio... pero la respuesta es siempre la misma: Me consideran mayor", se lamenta.
"Lloro mucho por las noches. estamos viviendode la caridad y no le puedo comprar ni un helado a mi hijo de 10 años". Isidoro considera que en cuanto le preguntan la edad en una entrevista sabe que no le van a coger. "Hubo un tiempo que todos me querían tener en sus hoteles, pero ahora no es así". Afirma que la oficina de empleo se debería llamar de 'desempleo'. "Nunca me han ofrecido nada. Estoy diispuesto a hacer cualquier cosa con tal de que me den trabajo" asegura.
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