Rubén Amón, a favor de proyectar vídeos eróticos en una panadería de Barcelona: "Suprimirlo me parece una castración"

Fueron el hijo de Berta y sus amigos quienes la alertaron a ella y a otras madres de que en una panadería de Barcelona "se estaban emitiendo imágenes pornográficas". Al principio Berta pensó que se trataba de una exageración y que serían imágenes hipersexualizadas "pero nada más". Cuando vio las imágenes no se lo pensó dos veces y decidió interponer una queja formal para que el Ayuntamiento de la ciudad condal prohibiera su proyección en este negocio de repostería.

En las imágenes se ve a tres modelos en ropa interior posando sugerentes en un taller de repostería con un tono erótico.

Berta Villaescusa ha reclamado el uso de estas imágenes para un establecimiento de este tipo. En un primer momento se puso en contacto con el negocio, sin recibir respuesta. Posteriormente decidió vehicular la reclamación y desde el instituto de la mujer y el Ayuntamiento les han comunicado que retirarán la campaña.

"No entiendo la ofensa y me pregunto por qué se sienten mal comprando con estas imágenes de fondo"

El colaborador de Espejo Público Ángel Antonio Herrera no entiende el carácter de la ofensa y se pregunta por qué alguien se puede sentir comprando con estas imágenes de fondo. Berta le responde asegurando que para ella este "es un contenido denigrante con un contenido sexista, implícitamente pornográfico, vejatorio para las mujeres e improcedente en la Barcelona de 2025".

Por su parte, el periodista Rubén Amón cree que podemos convivir con estas imágenes y suprimirlas le parece "una castración a la libertad de expresión". "Si tenemos una sociedad madura puede coexistir con la pantalla de unas señoras vendiendo pan con harina", mantiene.

"Ese vídeo les está diciendo a las niñas que son objetos sexuales"

Para Berta estamos ante algo muy grave porque "los niños aprenden a ver el mundo en base a lo que ven y ese vídeo que se está diciendo: "Sois objetos sexuales" a las niñas y no quiero eso ni para niños ni niñas, me ampara una ley de igualdad y ordenanzas municipales".

La respuesta de la panadería a las quejas

Desde la panadería están sorprendidos por las reacciones críticas al vídeo. No entienden que no les guste la publicidad de tartas con modelos de chicas de 30 años. Apelan a la libertad de expresión señalando que a ellos tampoco les gusta "ver a abuelos adultos desnudos en una playa pública de Barcelona".

Rubén Amón concluye que el ejercicio que se hace de la libertad de expresión es mucho peor que permitir las imágenes. "No hay que prohibirlo, hay que convivir con la discrepancia", señala.

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