Asesinos confesos
Los beneficios que puede obtener José Bretón tras admitir sus crímenes: ¿Salen rentables las confesiones tardías de asesinatos?
Son varios los casos de asesinos condenados que, después de una temporada encarcelados, deciden confesar sus crímenes y a cambio obtienen beneficios legales y económicos. El último caso sería el de José Bretón, verdugo de sus hijos, Ruth y José, de 6 y 2 años.
- José Bretón confiesa el crimen de sus hijos 14 años después: "Es un psicópata de libro que disfrutó torturando a su mujer durante meses"
- José Bretón insiste en que Ruth y José no sufrieron 12 años después del asesinato: "Yo jamás les haría daño"
- La escalofriante confesión de José Bretón sobre cómo mató a sus hijos: "Antes de poner los cuerpos en el fuego comprobé que no respiraban"
- El análisis de un psiquiatra sobre la confesión de José Bretón: "Su palabra no vale ni medio segundo de nuestra reflexión"
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¿Arrepentimiento real o mero interés?, es la pregunta que queda en el aire y sin respuesta para muchos. Sin embargo en más de un caso los especialistas en psiquiatría y psicología que analizan la mente del asesino lo tienen claro. No existe tal remordimiento,ni atisbo de sinceridad en sus disculpas.
Crímenes monetizados
Libros sobre las supuestas vivencias personales, igual simples delirios o mentiras, de los hechos; o documentales para televisión, han sido las herramientas que han utilizado algunos asesinos. Por ejemplo el padre de Asunta, Alfonso Basterra, condenado a 18 años de prisión por su muerte; o la asesina del pequeño Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada, que comenzó a grabarse cuando ella ya estaba en prisión. Uno de los últimos ha sido Daniel Sancho, culpable de la muerte violenta del cirujano Edwin Arrieta, que ha escrito un libro en la cárcel de Tailandia.
Beneficios penitenciarios
César Román, 'El Rey del Cachopo', fue condenado a 15 años de cárcel por acabar con la vida de Heidi Paz, descuartizar y deshacerse de su cadáver. Recientemente ha facilitado un croquis indicando donde escondió los restos de su víctima, lo que podría permitirle acceder al tercer grado penitenciario.
Otro caso que los últimos días ha vuelto a la primera línea mediática es el de José Bretón. El frío y calculador asesino que suministró fármacos que mataron a sus hijos, para después quemar sus cuerpos.
Pasan los años y cambian las versiones de los criminales
Absolutamente todos los casos anteriores tienen una cosa en común, los finalmente hallados culpables negaron los hechos antes, durante y después de los procesos judiciales. Años después cambiaron sus versiones. ¿Por qué motivo?
La criminóloga Paula Carriba, profesora de la Universidad Miguel de Cervantes de Valladolid, hacía un análisis de la confesión de José Bretón, plasmada en un libro y sobre cuya publicación debatían en plató. La cuestión, si era o no ética, y cuánto daño podría hacer a la madre de los pequeños.
Paula Carriba se pronunciaba claramente: "José Bretón lo que puede buscar es un beneficio carcelario".
La criminóloga recordaba que el asesino, que ahora sería confeso, lleva más de 13 años en prisión y aún le quedan más de 11 años por delante de condena. Sin embargo Carriba destaca que si no presenta arrepentimiento y realiza una disculpa "no se le van a conceder" ningún tipo de medidas atenuantes de la pena.
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