Santiago Niño Becerra tiene "la única solución" para que bajen los combustibles

Santiago Niño Becerra, economista, apunta que durante 3 décadas distintos gobiernos han estado diciendo a los españoles que éramos un país rico y no es así. "Tenemos la productividad que tenemos y prácticamente la mitad del PIB se debe a sectores intensivos de trabajo y no al capital. Hemos tenido acceso a un endeudamiento, los salarios han subido por encima de la productividad creando una falsa ilusión de riqueza y las circunstancias en la especulación de las materias primas", mantiene.

Cree que solo hay una forma a corto plazo de que bajen los combustibles y es la de reducir el consumo con un ejercicio de interiorización personal. La otra vía, expone, es que el Estado baje los impuestos sobre los combustibles pero cree que esto no va a pasar porque el estado va a decir que quiere recaudar.

"Las ayudas tipo 'café para todos' no funcionan"

Cree que la subvención de los 20 céntimos por litro ha sido "un error garrafal" y no ve con buenos ojos las ayudas tipo 'café para todos' ya que beneficia más a las rentas más altas. "Si se identifica a un sector de la población más vulnerable hay que ayudarles con nombres y apellidos y hacer un seguimiento pero las ayudas generalizadas no funcionan".

Dudosa aplicación del acuerdo con Portugal sobre energía

El Gobierno español y portugués pretenden llevar a cabo un acuerdo en materia de gas que, en opinión de Niño Becerra, choca con la decisión que se tomó en su día en Bruselas. El sistema de cálculo del precio de la electricidad no tendría que hacerse así. Poner un tope va a limitar el precio del gas. "Esto lo va a limitar tomando como posición un momento dado a partir de un momento X". Cuando la cotización internacional del gas evolucione se pregunta si Bruselas va a seguir respetando este tope que España y Portugal han fijado. "Aquí en Europa habría dos mercados distintos, uno el de España y Portugal y otro el del resto".

Pone en duda la recuperación económica postpandemia

Apunta que después del confinamiento, que la población salió con ansias de consumo y cierto nivel de ahorro de ciertos sectores. "El 65% de ese famoso ahorro que se generó fue a parar al 20% de las familias. Hay un efecto euforia que hace que las familias tiendan a salir y a consumir pero el consumo en España está cayendo. En Madrid los últimos 5 hoteles que se han abierto son de 5 estrellas. Esto quiere decir que España se está convirtiendo en un destino turístico que deja al margen a parte de la población".