La opinión del experto

Sara Muñoz: "Lo ideal es apagar la calefacción para irse a dormir y programarla 20 minutos antes de levantarse"

Sara Muñoz, economista y experta energética, nos da algunos consejos para conseguir ahorrar en las facturas de la luz y el gas ahora que ha llegado el frío.

Después de un arranque de otoño particularmente económico para nuestras facturas del gas y de la luz debido a las temperaturas cálidas ya llegó el frío y para muchos es inevitable poner la calefacción.

Tal y como explica la experta energética Sara Muñoz finalmente las facturas serán más bajas de lo que se preveía hace unos meses con ese miedo energético que incluso había conllevado un aumento en las ventas de leña y de pellets. La factura media de luz se cifra en 71 euros en noviembre.

Para el mes de diciembre las temperaturas serán más frías y se usarán más electrodomésticos. En este mes se estima unos 85 euros de factura de luz y la factura del gas estará entorno a 60 euros, eso siempre y cuando estemos dentro de la tarifa regulada.

Para conseguir una factura más económica debemos poner una temperatura entorno a 19 y 21 grados. Por cada grado de más nuestro consumo aumenta entre un 7 y un 11%. En casa nos podemos poner una chaquetita, una bata o calcetines gordos para mantener la temperatura.

¿Qué hacer con la calefacción en los ratos que estoy fuera de casa?

Sobre las horas que debo tener encendida la calefacción, eso depende de cuantas horas voy a estar fuera de casa. Si se trata de un par de horas es preferible dejar la calefacción encendida al mínimo pero si voy a estar fuera una jornada laboral es mejor apagar la calefacción porque dejarla al mínimo 24 horas supone un gasto permanente.

Es cierto que si la apago y la vuelvo a encender incurro en un esfuerzo energético pero será inferior que si tengo la calefacción encendida las 24 horas aunque sea al mínimo. A la hora de irse a dormir lo ideal es apagar la calefacción y la programarla 20 min antes de levantarse.

Otros trucos para mantener el calor son los de no ventilar más de 10 minutos al día y siempre a las horas de sol, convertir nuestra casa en un bunker en las horas más frías o no cubrir los radiadores con nada.