Los terroristas de París podrían haber actuado bajo los efectos de las drogas

Sentimiento de fuerza absoluta, de invencibilidad. Cuando disminuyen los efectos se instala la psicosis, posteriormente se entra en estado de euforia y el cóctel letal de sentimientos termina con la depresión. Es la sensación que produce consumir Captagón, la conocida como la droga de las yhjadistas. Esta droga gusta a los terroristas. Alcanzan un estado físico en el que el dolor y el miedo, no existen. El autor del atentado de Túnez contra dos hoteles de Susa que dejó 38 muertos estaba bajo la influencia del Captagón. Los terroristas que perpetraron los ataques del viernes en París mataban sin pestañear, con una calma total, la misma con la que luego se inmolaron volándose por los aires.

La aparición de unas jeringuillas encontradas en el hotel en el que se alojaron el prófugo Salah Abdesalam y algunos de sus cómplices lleva a pensar que los terrorsitas se drogaron. Las habrían utilizado para inyectarse esta peligrosa sustancia mezcla de anfetaminas y cafeína. Muy popular en el mundo árabe, esta droga que viene a costar entre 5 y 20 dólares ha encontrado encontrado un nuevo y enorme mercado en Siria. El país se ha convertido en el primer productor y los milicianos embarcados en la guerra santa en sus principales consumidores. A falta de los examenes toxicológicos el Captagón podría estar tras la matanza de París.