Investigación
El testimonio de un 'mulero' arrepentido: "He perdido a mi mujer y a mi hijo"
Espejo Público habla con Víctor, que trabajaba en el sector de la construcción. La crisis económica del 2008 le golpeó de lleno y la desesperación le llevó a tomar una decisión que lamentará el resto de su vida. Hoy está decidido a dejar aquello atrás y recuperar lo más importante de su vida.
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Con la llegada de la crisis del 2008 Víctor perdió su trabajo. Después de una larga temporada en el paro, este hombre, vecino de un barrio situado al sur de Madrid no sabía que más hacer para sacar adelante a su familia.
Víctor, casado y con un hijo, relataba cómo se vio en la calle de la noche a la mañana, durmiendo en portales y coches abandonados. Desesperado.
Ante la necesidad de muchas personas que atraviesan malos momentos siempre hay gente que trata de aprovecharse de ellos. Fue entonces cuando en la vida de Víctor, para su desgracia, se cruzó una mafia que le ofreció, como él mismo dice: "Trabajo fácil".
"Les dije sí, porque estaba tirado en la calle"
Viajar y conseguir mucho dinero, una oferta de empleo que a primera vista resultaría atractiva para muchísimas personas. El problema que el negocio de quienes se lo ofrecían era el narcotráfico. Víctor se había convertido en un 'mulero', término con el que se denomina a las personas que transportan droga para las organizaciones criminales.
4 o 5 viajes al mes
"Contactaban conmigo: 'Mañana quedamos [...] y te doy la maleta, ya va preparada con doble fondo. No va a pasar nada'"
Ese momento, que cambiaría la vida de este hombre para siempre, dio paso a más de 8 años de frecuentes idas y venidas a Latinoamérica: "Viajar y traer droga. Muy fácil y mucho dinero", afirmaba Víctor.
La cantidad de dinero que recibía por cada uno de sus 'transportes', eran la solución a los problemas a los que se enfrentaba Víctor. Desde 8.000 a 15.000 euros, de golpe. Esos eran sus honorarios por traer una mercancía que resultaba sencillo introducir en España. Esas cifras, después de vivir en la calle una temporada, cegaron al protagonista de esta historia y no le dejaron ver el peligro real y las consecuencias que podría tener semejante decisión. El tiempo le dio una lección que jamás olvidará.
El último viaje
"La cogieron y fueron directos a donde estaba la cocaína"
Después de 8 años de actividad sin complicaciones, Víctor se fue relajando. Pero todo cambió en el aeropuerto de Lima, en Perú, en el año 2016. Las autoridades peruanas le sometieron a un control para comprobar si llevaba sustancias estupefacientes en su equipaje: "Estoy seguro de que fue un chivatazo, que me vendieron."
8 años en prisión
Por la cantidad de cocaína con la que fue detenido cunado se disponía a regresar a España, Víctor ha cumplido en prisión el mismo tiempo que se pasó haciendo de 'mensajero' para la mafia. En la cárcel ha estado en total 8 años: "3 en Perú y 5 aquí, en Madrid".
No se imaginó la pesadilla que le esperaba en prisión, especialmente en el país transandino. La dura experiencia de la cárcel de Perú llevó a Víctor a coquetear con las drogas y se hizo adicto a ellas: "Me dieron a probar la cocaína, la base. Me dieron a probar el crack. Y empecé a consumir."
"Empezar de cero y para arriba otra vez"
"He perdido a mi mujer y a mi hijo, por la droga"
Cuando explica que el camino que tomó, a través del mundo de las drogas, le alejó de su familia, Víctor se rompe y se le saltan las lágrimas. Sin embargo se muestra decidido a reconducir su existencia: "Ahora bien. He superado el problema de drogas. Estoy estudiando y estoy trabajando".
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Por último a Víctor se le ve decidido a conseguir superar todos sus problemas: "Empezar de cero y para arriba otra vez. Cuesta mucho, pero se puede. Sí o sí."
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