Una de las hijas de la viuda de la CAM estuvo a punto de atropellar a su madre antes del crimen

Semanas antes de morir, la viuda del expresidente de la CAM ya sospechaba que algo extraño sucedía en su casa. Empezaba a echar de menos objetos personales de gran valor económico y sentimental que hasta entonces tenía controlados. Como una libreta en la que su difunto marido Vicente Sala apuntaba todo lo que vivía, en qué gastaba, el dinero que daba.

"Yo hace tiempo noté que alguien había estado en mi habitación y me había estado registrando los cajones donde tengo las llaves de todas las cosas que tenía de papá... (...) nos hemos encontrado la cerradura abierta sin forzar, luego se ha abierto con las llaves y todas las cosas cambiadas de sitio", destacaba.

"Ladrón, ladrón no puede ser porque el dinero está ahí sin tocar" aseguraba. Según recoge el sumario Mari Carmen estaba inquieta días antes de morir, le parecía raro que varios objetos aparecieran cambiados de lugar.

"Había dinero que han movido pero lo han vuelto a dejar en otro sitio. Lo han abierto con mi llave... está la cerradura sin forzar. Alguien que conoce nuestros movimientos... yo como sé que hace tiempo estuvisteis registrando mi habitación". La mujer tenía claras sus sospechas. Sabía que sus hijas habían registrado su habitación, pensó en llamar a la policía pero finalmente no lo hizo porque aunque no se fiaba de nadie no quería escándalos.

Tras su asesinato, la Policía preguntó a las hijas si tocaron los bienes personales de su madre y admitieron que abrieron a hurtadillas el cajón de las posesiones de su madre. Según relató un trabajador de la finca, la madre le contó que una de sus hijas había intentado atropellarla días antes del crimen.