Vacaciones trastocadas y viajeros atrapados en Chamartín por la averías en trenes: "Este descontrol yo no lo había visto nunca"

Es habitual que, llegado el verano, se produzcan escenas de aeropuertos o estaciones de ferrocarril llenas hasta arriba de personas que aguardan regresar a casa o irse de vacaciones. Sin embargo lo que ocurrió la tarde del pasado lunes, para muchos sobrepasó los límites.

Las averías en distintos trenes de alta velocidad con destino Valladolid, llevó al colapso de la estación de tren de Chamartín - Clara Campoamor, situada en pleno centro de Madrid.

Desesperación y desinformación

"Este descontrol yo no lo había visto nunca"

Muchos de los viajeros coinciden en sus quejas. Aseguran que la desesperación se apoderó de ellos al ver que pasaban las horas y no recibían ninguna comunicación oficial por parte de los responsables: "Muchísima desinformación, pero como siempre, si esto es la dinámica de todas las semanas", denunciaba una joven.

Otro de los afectados, un extranjero que regresaba a su casa con los suyos, mencionaba algo parecido: "Poca información. Esperando que pueda volver a mi casa, con mi familia".

"No nos han dicho nada. Sí que van llamando a los trenes pero, lo que es personalmente, ni nos han enviado nada ni tenemos información", denunciaba otra joven indignada.

Incómoda espera

En los días en los que se está registrando más calor en la capital de España, justo entre las dos primeras olas de calor, el caos absoluto tomaba la que es una de las estaciones de trenes más importantes de Madrid. Esto hizo mucho más difícil a los viajeros soportar lo que ocurría.

Otra de las personas que vio cómo debía aguardar horas en las atestadas instalaciones de Adif reclamaba que hicieran lo posible para que la espera fuera más cómoda: "Por lo menos podrían poner el aire acondicionado. Somos mucha gente para tan poco espacio".

Experiencia impactante

"Sólo podíamos esperar"

Lucía Gonzalez es una de las miles de pasajeras afectadas, y ayer pasó la mayor parte de la tarde en la estación de Chamartín. La mujer afirma que llegó a su destino con más de una hora y medida de retraso. No es de las personas que más sufrió los numerosos retrasos que sufrieron ayer. Aun así mantiene que lo vivido ayer le resultó "muy impactante".

"Muchísimo calor. Cualquier cosa era buena para abanicarse"

La única información que recibió Lucía, según ella misma cuenta, por megafonía, era que había un incendio cerca de la vía. El personal de Renfe allí presente decía no tener más información: "Era un poco tensa la cosa, porque no teníamos información suficiente".

Lucía describía la situación de la gente en el interior de la estación. El agotamiento llevó a muchos a sentarse en el suelo "a esperar a que la palabra 'demora' desapareciera de la línea del tren, y pusiera el número de vía".

"Los pobre niños ya estaban desesperados. Ya no sabían que hacer", sentenciaba Lucía, que anunciaba que pondría la reclamación pertinente a la que tiene derecho, y solicitar así que el reembolso del 100 % de la cantidad pagada por el billete.

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