La pareja del periodista Pablo González, tras saber que ha sido liberado: "Hasta que no oiga su voz no me lo creeré"

Oihana Goiriena, la pareja del periodista Pablo González que estaba en prisión preventiva en Polonia desde febrero de 2022 acusado de ser espía ruso, ha hablado en 'Espejo Público' tras conocer la liberación del periodista tras dos años y medio encarcelado. González fue liberado este jueves y trasladado a Rusia en el marco de un intercambio de periodistas presos entre Rusia y Polonia. El periodista fue detenido el 28 de febrero de 2022 en Polonia cuando cubría el éxodo de personas refugiadas al comienzo de la guerra de Ucrania.

"Fue una sorpresa para mí también, no tenía ni idea. Habéis dicho que han sido negociaciones de meses y lo recibí ayer como todos los demás. Todavía estoy sin aterrizar del todo, que no me lo creo y hasta que no oiga su voz no me lo creeré de verdad definitivamente", ha dicho.

"No he podido hablar con él todavía. Me ha dicho su abogado que los médicos primero y supongo que después será la llamada a casa", ha añadido. Goiriena ha explicado cómo se enteró de la noticia tras haber estado tanto tiempo luchando por la liberación de su pareja. "Su abogado me dio la noticia. Me escribió, no me llamó, y me dijo 'Oihana estate atenta, pero tranquila, esto va a pasar' y me mandó la nota de prensa que después se publicaría", recuerda.

Sobre el paradero de Pablo González, indica que cree que "está en Moscú, pero no lo puedo asegurar a ciencia cierta" y que "el siguiente paso entiendo que es ir a España después de dos años y medio sin ver a su familia al completo".

"Han sido dos años de incógnita total"

"Estos dos años han sido largos y duros. Largos sobre todo porque no había avances y porque la comunicación con él era imposible recuerdo que llevaba dos años en aislamiento y no nos han permitido hablar con él por teléfono en ningún momento y solo nos han autorizado tres visitas en dos años y medio. Entonces han sido dos años de incógnita total y la acusación estaba ahí sin haberse presentado pruebas. Lo único que sabíamos que la prisión preventiva en Polonia no tiene límites legales y podían tenerle así tanto tiempo como quisieran y de hecho pudimos constatar que no tenían ninguna intención de llevarlo a juicio. Ha sido muy duro saber o no tener a qué agarrarnos, eso ha sido lo más duro", recuerda.

Durante el tiempo que estuvo en prisión solo lo ha podido ver en tres ocasiones, según explica. "Cuando lo vimos, él estaba la primera vez animado y decía 'esto se resolverá enseguida' y no sabía que no tenían intención de resolverlo. La segunda fue más dura, lo vi muy rabioso y decía 'qué hago yo aquí' y en la tercera lo vi más estable y que no había tenido altibajos en los últimos meses y lo vi más sereno", afirma.

Ahora solo espera que el periodista llegue a casa. "Cuando esté en casa lo primero que haremos será ponerle una buena cena o una buena comida porque ha perdido mucho peso y estará deseando comer de manera adecuada", dice. "Lo tenían con dieta vegetariana porque muchas veces la carne o los embutidos que entraban en la dieta normal le venían en malas condiciones", concluye.

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