Los problemas de Miguel Ángel Revilla por hablar de la comida de la boda del Felipe y Letizia: “Tuve la dimisión en la mano”

“Tuve la dimisión en la mano” asegura Revilla cuando Joaquín le pregunta sobre cómo lo pasó en la boda del rey Felipe y Letizia. El presidente de Cantabria cuenta que iba de punta en blanco con su mujer Aurora y su frac que acabó subastando para una obra benéfica.

Miguel Ángel Revilla explica en ‘Joaquín, el novato’ que llegó al enlace pensando que sería como una boda de Cantabria, “yo iba en el plan de que las langostas serán de kilo para empezar” bromea el político.

Revilla confiesa que sus problemas empezaron con los baños, “no hay baños allí, yo ya se lo he dicho al Rey”.

El invitado le dijo a su mujer que se reservara con el queso y el jamón para poder comer luego el menú de la boda de Felipe y Letizia. Miguel Angel Revilla detalla que cuando levantó el papel de la comida y se mosqueó, “había poca letra y rara”.

El presidente de Cantabria dice que comió un canapé y de segundo pularda, “el segundo no era mejor, eran rodajas pero finas de pechuga”. Miguel Ángel Revilla asegura que comió todo lo que le dieron y más si le hubieran dado.

El problema del político vino cuando el presidente confesó que a las siete de la tarde tuvo que comerse un bocadillo y esas declaraciones las vieron millones de espectadores. ¡Madre mía!, exclama Joaquín ante la historia de la boda real.