Ensalada de queso de cabra, el entrante perfecto y refrescante de Karlos Arguiñano

Después de lavar las hojas de rúcula es importantísimo secarlas bien, ya que no hay nada peor que una ensalada aguada. Se puede hacer con un trapo limpio de cocina, con papel absorbente de cocina o con un centrifugador.

Ingredientes, para 4 personas

250 g de queso fresco de cabra

140 g de hojas de rúcula limpias

8 tomates deshidratados en aceite

20 aceitunas negras

25 g de mostaza

50 ml de moscatel

20 g de pipas de calabaza (tostadas)

aceite de oliva virgen extra

vinagre

sal

perejil

Elaboración

Pon en un bol mediano 50 ml de aceite, 1 cucharada de vinagre, el moscatel y la mostaza. Pica 4 tomates deshidratados en daditos, incorpóralos y mezcla bien.

Corta el queso en dados de bocado e introdúcelos en el bol.

Mezcla bien, tápalo con film de cocina y deja que repose en el frigorífico durante 30 minutos.

Reparte la rúcula en 4 platos y sazónala. Reparte encima los dados de queso y los daditos de tomate (aderezados con aceite, vinagre y mostaza). Corta las aceitunas por la mitad y agrega 5 a cada plato. Corta los otros tomates deshidratados en 4 y coloca uno en cada plato.

Añade las pipas de calabaza al bol del aliño del queso, mezcla bien y adereza las ensaladas. Decora los platos con unas hojas de perejil.