Especial | Porno, menores y manadas
La adicción al porno se dispara entre los menores: “Rechazan relaciones personales y sólo viven las virtuales”
El psicólogo Carlos Prieto pone como ejemplo de distorsión sobre el sexo el caso de una chica de 15 años que aseguraba haber tenido más de mil relaciones sexuales.
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El acceso de los menores a la pornografía online es uno de los temas más graves que ha abordado el especial de Lo tenemos que hablar. En la última década, las habitaciones de los chicos y de las chicas se han convertido en salas X a través del acceso ilimitado, mediante dispositivos móviles u ordenadores, a imágenes de sexo explícito y, en muchos casos, violento.
El consumo continuado de pornografía acaba cambiando toda la química de nuestro cerebro de forma similar a la cocaína o el alcohol
“Las horas que dedican los jóvenes al visionado les acaba convirtiendo en adictos”, señala Juan Carlos Prieto, psicólogo experto en adicciones. Destaca que se trata de un fenómeno “bastante novedoso” porque fue después de la pandemia cuando empezaron a recibir llamadas por problemas de adicción a la pornografía en chavales de entre 14 y 18 años. “Anteriormente no habíamos visto ninguno, pensábamos que era algo que tardaba más tiempo en desarrollarse”, explica.
El psicólogo señala que los menores “poco a poco, sin darse cuenta, rechazan relaciones personales y solamente viven la relación virtual”. Además, alerta de que “el consumo continuado de pornografía acaba cambiando toda la química de nuestro cerebro”, de forma similar a la cocaína o el alcohol.
Prieto revela el impactante caso de una paciente que aseguraba haber tenido más de mil relaciones sexuales en su vida cuando aún no había cumplido los 16 años. “Ella hablaba de que en una discoteca podía hacer felaciones”, aclara. Eso le hizo ver la distorsión que tenía esta chica sobre el sexo: “Ella nunca había tenido un orgasmo ni sabía lo que era”. “Ve lo que hay en Internet y piensa que esto es lo que tenía que hacer”, explica.
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