Tras seis días, lo último que sabe es que salieron de su chalet y trataron de recorrer andando los 3 kilómetros que les separan del pueblo más cercano.
Amparo pasó 9 horas subida en el tejado de su casa en Picanya y vio morir a todos sus vecinos. Hoy volvemos a visitarla y nos cuenta que, pese a haber sobrevivido, lo ha perdido todo.