¡Qué pena!
Pudo ganar El Rosco y no arriesgó: la danza popular que provocó la indecisión de Óscar y le costó la victoria en Pasapalabra
El concursante tenía en su mano superar a Moisés en El Rosco, pero no quiso arriesgar en una palabra que, segundos más tarde, ¡confirmó que se la sabía!
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La vida es eso que pasa entre que nuestros concursantes completan El Rosco. Qué podemos decir que no sepamos de la prueba estrella de Pasapalabra, que pone entre la espada y la pared a propios y extraños, a los más noveles y hasta a los más veteranos.
Óscar y Moisés nos están dejando Roscos dignos de recordar. La igualdad entre ellos es máxima, ya que nos tienen acostumbrados a tensos empates o a épicas victorias que se decantan hacia uno u otro lado de manera muy apuradas.
En uno de los últimos Roscos, los concursantes firmaron un empate que nos dejaron sin uñas que morder. Moisés se plantó con 21 aciertos de manera dubitativa, descubriendo más tarde que se sabía una de las palabras que decidió no responder. Todo quedaba en manos de Óscar, que también estaba con 21 aciertos, y el madrileño, también con muchas dudas, decidió firmar el empate.
Cuando Roberto Leal resolvió las palabras que Óscar dejó sin responder, comenzando por la ‘P’ en la que el madrileño se plantó, ¡resulta que se la sabía! En sus manos tuvo la victoria, pero al no querer arriesgar, aseguró el empate para que tanto él como Moisés no se enfrentasen a la Silla Azul en el siguiente programa.
Después del programa, Óscar ha comentado en sus redes sociales la jugada. “Cosas chulas que se aprenden en Pasapalabra”, ha comenzado, refiriéndose a polca, la respuesta a esa ‘P’ que tantas dudas le ocasionó.
Porque puede parecer que la polca tiene un origen polaco, de hecho así lo recoge la RAE, pero todo lo contrario, pues esta danza nació en Bohemia en el siglo XIX, lo que ahora sería la actual Chequia, Imperio austrohúngaro por aquel entonces.
Un “follón mental” que despistó a Óscar y que le hizo dudar, una indecisión que provocó su bandera blanca para firmar el empate con Moisés con un toque agridulce ya que, si confiaba en su instinto, se hubiese llevado El Rosco de aquel día. ¡Qué lástima!
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