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@DIOSTUITERO COMENTA EL PROGRAMA
"¡Se acabó la tontería, llegaron las madres!", por @diostuitero
Sí, para el décimo programa, la dirección de 'Top Chef' ha decidido que los concursantes cocinen junto a sus madres. ¡Había que poner orden! Porque esto se estaba desmadrando: Marcano, que se había pasado un programa entero recomendando la sopa, eliminado cuando tiene que preparar una; Richard, con esa pinta de gordito bonachón, elaborando junto a Rakel estrategias propias de Maquiavelo; ¡hasta el educado y siempre perfecto Montoro se convertía en Hulk y le veíamos gritando a pleno pulmón eso de “¡No te pases ni un pelo!”. @diostuitero comenta el programa.
Por eso creo que a nuestros concursantes y sus egos les va a venir muy bien la visita de esa personita que todos queremos más que a nadie y con quien no hay ego que valga: nuestra madre. De tanto acordarse algunos de la madre de los otros, finalmente han aparecido todas juntas. Y cocinarán para siete comensales, espero que no sean los siete ángeles destructores del Apocalipsis.
Pues eso, madres e hijos formando equipo en 'Top Chef', creo que vamos a vivir momentos inolvidables. Esta vez seguro que encuentran todos los ingredientes, porque una madre siempre sabe donde está cada cosa. Lo malo son las indicaciones que te da para localizarla: “Está ahí, encima de eso, en el sitio ese”. El GPS de una madre no funciona como el tuyo, y lo sabes. Me imagino a la madre de Montoro bajándole los humos con un “Como vaya yo y lo encuentre, verás” o a la de Melissa poniéndole el moño recto en medio de la cabeza. Y por supuesto, no se va a tirar nada de comida.
Ya veo a la madre de Richard diciéndole que se tome rápido el zumo, que “se le van las vitaminas”, o a la de Rakel recordándole que lo negro del plátano no es que esté pocho, es que está “maduro”. ¡Se van a enterar estos listillos!
Las madres son como yo, además de omniscientes tienen el don de la multiplicación. Tú les dices, “Mamá, ¿me compras una moto?” Y ella te contesta : “Dos, te voy a comprar”. Espero que esto no lleve a confusión cuando tengan que medir las cantidades, aunque ya estoy viendo que les saldrán platos para veinte personas. “Es mejor que sobre que no que falte, y nunca sabes quién se te puede presentar a comer a casa”. Lo bueno es que si sobra, una madre siempre te lo guarda para la cena y si hace falta, para el desayuno.
No sólo saben qué, cuánto, cómo, dónde y con quién tienes que comer, las madres abarcan todos los campos. Por ejemplo, también son expertas en moda. En cuanto vean aparecer a Chicote vestido de butanero le van a soltar: “¿Seguro que vas a ir vestido así?”
Otra peculiaridad de las madres es que tienen su propio lenguaje: se comunican mediante el cambio de género. Cuando Víctor le diga a la suya: “Mamá, déjame a mí, que tengo una estrella Michelín”, ésta le va a dejar planchado con un “¡Ni estrella, ni estrello”! Contra eso poco se puede decir. ¡Va a ser un programa de madre y muy señora mía!
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