"Aterriza como puedas", por @diostuitero

Va a ser el primer programa sin Filippetti, el inspirador de palabras como Filippostre o Filippetada, y también de unos cuantos ataques de nervios entre sus compañeros. Solo espero una cosa, que no reconduzca su carrera y se meta a controlador aéreo.

Mis profecías para este miércoles son las siguientes:

• Si los concursantes siempre van cortos de tiempo y apuran al límite para emplatar (todos recordamos el fiasco de María Rosa, que le costó la expulsión), en esta ocasión algún creativo malévolo ha decidido quitarles cinco minutos. Nuestros cocineros se van a poner más acelerados que la moto del hijo del Fary y no descarto que alguno tire de guía teléfonica y acabe llamando a un servicio de comida rápida.

• El escenario como he dicho será el Aeropuerto Madrid- Barajas Adolfo Suárez, de nombre casi tan largo como el de los platos que se presentan en la prueba final. A excepción claro está de la semana pasada, donde solamente se llamaban "macarrones con tomate", en un claro guiño al minimalismo o bien porque fue lo primero que se le ocurrió a nuestros guionistas después de una noche de juerga y abuso del cilantro.

• En este programa, tras la expulsión de su archienemigo Filippetti, Melissa estará tan contenta que se atreverá a realizar un plato sin añadirle hinojo.

• Tras el paso de nuestros concursantes el Aereropuerto Madrid- Barajas Adolfo Suárez será el primero del mundo con una estrella de la guía Michelín. Por primera vez la comida de los aviones será algo decente. La insípida bolsita de frutos secos y el triste pincho de tortilla recalentado darán paso a grandes creaciones como el ceviche de cigalas y vieiras con roca nitro de leche de tigre o el virrey del Atlántico con aéreos de setas y puré de lenteja rosa.

• Descubriremos otra faceta más de nuestro gran Montoro. A los veinte años ya era comandante de vuelo, y en esta ocasión realizará su plato mientras pilota un Boeing 747. Además le dará tiempo a discutir con Rakel, como hemos visto en el avance.

• Después de la carrera hasta el castillo de Sigüenza de la semana pasada, con hostia incluida (gracias por el homenaje), Richard descubre las maravillas del running y se convierte a esta religión. A partir de entonces lo que era un entrañable y bonachón concursante se convierte en un pelma que solo habla de tiempos, rutas, formas de pisada y material deportivo. "Nunca debimos permitirle levantar los dos pies del suelo a la vez", declarará un apenado Chicote.

Todo esto y mucho más en 'Top Chef' 9. ¡Volando!