María ha sido la expulsada en este último programa de Top Chef y reconoce que se quería quedar en el programa y que ha disfrutado mucho su paso, lo que más "ser la maitre de Can Cortada porque lo hice con el corazón". Sus compañeros y el jurado la describen como "pura vitalidad, terremoto desde el primer día y animadora constante". Montse va a ser quien más la va a echar de menos.