Tras adelgazar 125 kilos, Rubén busca ayudar a otras personas en su situación: "Yo no iba a cumplir los 40 años"

Con tan solo 27 años, Rubén pesaba ya 240 kilos, un sobrepeso que le condicionaba su vida. Incluso coger un vuelo era un drama, aunque lo más preocupante eran sus problemas de salud, como la hipertensión o la neumonía, pues no cabía en las máquinas.

Un día, Rubén se planteó si llegaría a cumplir 40 años y esto fue un punto de inflexión que le hizo someterse a una operación para perder peso. Viajó hasta Turquía y el cambio ha sido espectacular.

Ha adelgazado 125 kilos en menos de año y medio, de modo gradual e incorporando hábitos saludables. El cambio ha sido tal que ni siquiera los clientes de la churrería en la que trabaja le reconocen.

Ahora Rubén ha decidido ayudar a otras personas que quieran perder peso a través de sus redes sociales, porque, como él mismo dice, lo único que no ha cambiado la operación son sus ganas de reírse.

Hemos recibido su visita, donde nos ha contado que desde que es pequeño ha tenido problemas de sobrepeso, incluso lo normal era ahogarse al subir escaleras. Con 30 años, empezó a tener muchos problemas de salud y se dio cuenta de que tenía que cambiar.

"Yo no iba a cumplir los 40", ha dejado claro, y se dio cuenta de lo que podía pasarle cuando una amiga que también padecía obesidad falleció, momento en el que se dio cuenta de que eso podría pasarle a él.

En un primer lugar sintió mucho miedo, y posteriormente comenzó a comer menos. "No es tanto el hambre sino la ansiedad por la comida", ha dicho, por lo que es fundamental una ayuda para tratarse psicológicamente.

Rubén empezó el tratamiento por la Seguridad Social, pero el proceso era muy lento porque tras un año entre pruebas ni siquiera estaba en la lista de espera. Por ese motivo decidió irse a Turquía, tal y como ya habían hecho otros miembros de su familia.

Eso sí, decidió dejarlo todo atado antes de entrar a quirófano. "Le dejé a mi hermana un papel con todo planteado por si no salía", ha dicho. Por suerte, todo salió bien aunque el post operatorio no fue fácil.

En Y ahora Sonsoles conocimos el caso de Manuel, un hombre que pesaba 337 kilos y pedía ayuda para poder vivir con normalidad.