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Los ancianos y la soledad no deseada: alternativas de mayores que luchan para no sentirse solos

En Y ahora Sonsoles hemos conocido numerosos casos de personas mayores que, a sus 80 años, no tiene con quién pasar sus últimos años de vida. Por ese motivo, recurren a asociaciones y hobbies que nunca pensaron hacer, pero que les ha devuelto la ilusión. ¡No te lo pierdas!

Plano detalle de la mano de una persona mayor de 60 años

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Las personas mayores luchan cada día contra la soledad no deseada. Muchos conviven con ella en el día a día y otros buscan alternativas ya sea fuera de casa, en su familia o recurriendo a asociaciones que se ponen a su disposición.

En España hay más de dos millones de personas mayores que viven sin compañía, una generación que ha sobrevivido a la Guerra Civil, una guerra mundial, la dictadura o la pandemia.

Uno de los casos que hemos conocido esta semana es el de Antonio, que una vez se jubiló, decidió, a sus 81 años, dedicar su vida a estos mayores. Primero empezó colaborando en un comedor social y estuvo ahí durante un año.

Antonio, de 81 años, dedica su vida a combatir la soledad de otros mayores: "Ayudando a los demás me ayudo yo"

Sin embargo, con el paso del tiempo empezó a perder la motivación y sentía que acudir al comedor era una obligación, por lo que decidió dejarlo y empezar a colaborar con la fundación Harena.

Ahora visita varios días a la semana a mayores como Antonio, un usuario de la ONG que se ha convertido en amigo y que ha querido sorprender al voluntario en directo en Y ahora Sonsoles.

Él se encuentra en la misma situación que otros mayores como Pilar, que gracias a la fundación 'Grandes amigos' conoció a Adriana, una joven que cada semana va un día con ella a pasear, comer y charlar durante horas.

Cada vez que suena el telefonillo, recupera la sonrisa. El resto de días, se aferra con fuerza a la emoción de que llegue su cita semanal.

Mientras tanto, los libros en braille, la radio y la televisión se convierten en su familia, porque gestionar la soledad es todo un reto, pero gracias al apoyo de personas como Adriana a Pilar le han devuelto la ilusión y, lo más importante, las ganas de seguir hacia delante.

Pilar ha recuperado la ilusión gracias a Adriana, una joven que le aleja un día a la semana de la soledad no elegida

Compartir piso con una persona mayor

Otra de las opciones para combatir la soledad es el compartir piso con un estudiante. Esta experiencia la están viviendo juntas Amparo y Esmeralda, una mujer de 85 años y otra joven de 22 que han encontrado la una en la otra lo que necesitaban.

En el caso de Amparo era una compañía con la que pasar tiempo y, en el caso de Esmeralda, un hogar en una ciudad lejos de su familia y sus amigos.

Amparo tiene hijos y nietos, pero quieren que ellos vivan su vida a la vez que no quiere estar sola. "Soy muy sociable y no hablaba con nadie, era muy triste", ha asegurado. El convivir con Esmeralda le ha cambiado por completo la vida.

Amparo y Esmeralda, de 85 y 20 años, han encontrado en compartir piso una solución para combatir la soledad

Las redes sociales como medio para combatir la soledad

Muchas personas mayores plantan cara a los desafíos de la edad y encuentran en las redes sociales una manera de luchar contra la soledad. Muchos de ellos, eso sí, impulsados por sus nietos.

Una de ellas es Angelita, que con 88 años se ha hecho viral en redes por su peculiar modo de contar sus trucos caseros.

Angelita comenzó en la pandemia, aunque ella antes hacía cosas pero no lo publicaba. Sin embargo, durante el coronavirus no pudo salir El Cautivo, por lo que decidió hacer su propio trono, ponerlo en el andador, puso música y lo mostró en redes.

Además, por el ictus que le dio no puede salir tanto de casa, y gracias a las redes sociales puede entretenerse en casa y relacionarse con el mundo de otra manera.

Angelita, de 88 años, afronta la soledad haciendo vídeos que se han vuelto virales: "A mi no me lleva las redes nadie"
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